Estados Unidos, con seis zonas horarias, vota escalonadamente desde la apertura de los primeros centros electorales a las 6 en la costa este (8 en Argentina) hasta los últimos cierres en California (1 del miércoles en Argentina) y Alaska (2 del miércoles).
Un total de 206 millones de personas conforman el padrón de estas legislativas, según los últimos datos de la Oficina del Censo, de los cuales sólo 145 millones están registrados para votar. Una cifra récord de latinos están habilitados para participar en estas elecciones, 25,2 millones (el 11 por ciento del total), pero su proporción menor en los estados más reñidos impedirá que ese crecimiento a nivel nacional se note sustancialmente en estos comicios, según datos del Centro de Estudios Pew.
Las elecciones de medio mandato atraen históricamente a menos votantes que las presidenciales (se espera una participación de en torno al 40 por ciento) y se plantean como un referéndum sobre la gestión del partido que ocupa la Casa Blanca, que suele perder escaños en el Congreso en estos comicios.
En esta ocasión, los republicanos centraron sus esfuerzos en buscar un voto de castigo a las políticas del presidente Obama, que tiene una popularidad que no remonta del 40 por ciento desde hace meses.
Se renueva toda la Cámara de Representantes (en la que los republicanos podrían ampliar su mayoría), un tercio del Senado y 36 gobernadores, además de otros cargos en las administraciones estatales y locales.
