El gobierno nacional puso en marcha el “Programa Nacional de Entrega Voluntaria de Armas de Fuego”, con el fin de reducir el circulante de armas en manos de civiles a partir de la recolección de armas de forma voluntaria y anónima a cambio de un incentivo económico.
En el momento de la entrega se toma el número de serie del arma, tipo y calibre con el fin de cotejar estos datos con el registro existente. Las armas con procesos judiciales pendientes son separadas y quedan sujetas a los procesos administrativos correspondientes. Una vez entregadas, las armas son inmediatamente inutilizadas, para luego ser destruidas.
Desde su implementación, ya se sacaron de circulación más de 166 mil armas y más de un millón de municiones. La política de destrucción tiene como objetivo la eliminación total del arma de fuego y la imposibilidad de que la misma vuelva al circuito y pueda ser utilizada ante situaciones conflictivas y violentas. El método de destrucción de armas utilizado por Argentina es pionero en la región y recibió elogios del Mercosur.
Objetivos del Plan
La disminución del uso y proliferación de armas de fuego y municiones.
La reducción de accidentes y hechos de violencia ocasionados por el acceso y uso de armas de fuego.
La sensibilización acerca de los riesgos de la tenencia y uso de armas.
La promoción de una cultura de no violencia y resolución pacífica de conflictos que desaliente la tenencia y uso de armas de fuego.