Sebastián Pérez, a cargo del operativo, informó que las armas, una vez entregadas, son introducidas en una prensa que las inutiliza en el momento y posteriormente son fundidas. “Lo importante es que el procedimiento es totalmente anónimo, no se pide ningún documento de identidad. Lo único que hacemos es hacer un acta para dejar constancia de la información y poder luego hacer una estadística”, dijo.
Durante la vigencia del plan cualquier persona que desee entregar su arma puede hacerlo, tenga o no credencial de legítimo usuario, sean armas registradas o no, y del calibre y tipo que fueran. Las entregas se efectúan de 9 a 13.
El plan nacional de entrega voluntaria de armas de fuego entró en vigencia en 2007, mediante la Ley 26.216. Su objetivo es reducir el circulante de armas en manos de civiles, disminuir el número de accidentes y hechos de violencia provocados por el uso de armas y promover una cultura de no violencia y resolución de conflictos que desaliente la tenencia de armas de fuego.