Si bien en las épocas de calor, la fumigación colabora en la reducción de insectos, es preciso saber que solo mata a una parte de los mosquitos adultos y no afecta a las larvas y huevos, especialmente del Aedes Aegypti, transmisor del dengue. Por eso, se utiliza principalmente como medida de control cuando aparece un caso sospechoso, con el fin de disminuir la cantidad de mosquitos adultos infectados que podrían transmitir enfermedades a personas sanas.
Asimismo, una vez que el insecticida cae al piso o se evapora, ya no ejerce efectos sobre la plaga. Además, los productos utilizados en las fumigaciones si bien son manipulados únicamente por profesionales, tienen una toxicidad baja.
Contra el dengue
“Debemos recordarle a la población que la medida principal y más efectiva para prevenir las enfermedades transmitidas por mosquitos Aedes aegypti consiste en la eliminación de criaderos, eliminando o tapando recipientes que acumulen agua. La llamada descacharrización de las viviendas es fundamental porque son mosquitos de poco vuelo, que suelen crecer en los patios, donde hay agua estancada. Esa es una medida fundamental”, señaló Cáceres.