El ingeniero Ibáñez se reunió en el transcurso de esta semana con integrantes del CORESAC, luego de lo cual explicó que, inicialmente el trabajo estuvo orientado a la fiscalización en plantas de empaque, lo cual permitió establecer que en líneas generales los productores están haciendo bien sus deberes. “Más allá de la tarea de control puntual realizada por agentes del SENASA y funcionarios de la Secretaría de la Producción de Entre Ríos, hemos comprobado que el propio productor o empacador, frente a esta tarea de fiscalización, se ha puesto a trabajar haciendo controles previos al envío de la fruta al mercado, pues notamos en los análisis escasos problemas de calidad”, reconoció Ibáñez.
Esta iniciativa sin precedentes surgió merced al trabajo conjunto del Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (SENASA), el Comité de Sanidad y Calidad Citrícola (CORESAC), la Secretaria de la Producción de Entre Ríos, y la Federación del Citrus de Entre Ríos.
El operativo se sustenta en resoluciones del SENASA que datan de dos décadas atrás, pero cuya aplicación recién ahora está siendo controlada en el ámbito de la provincia. “Finalmente después de mucho tiempo se pudo ajustar a la normativa vigente un procedimiento de estas características, que apunta básicamente a velar porque consumamos una producción de cítricos de buena calidad”, resaltó el profesional.
En cuanto a la demora de los controles en ruta, Ibánez señaló que “como tiempo tentativo un transporte no debería estar más de 25 minutos detenido en un puesto, salvo que la mercadería a fiscalizar se encuentre obstaculizada por otros productos”. Los controles revisten el carácter de sorpresa. “No tienen día ni horario porque la idea es trabajar con el azar”, aclaró, y a renglón seguido destacó “la buena predisposición puesta de manifiesto hasta el momento por los choferes de los vehículos”.
Por último, el funcionario del SENASA resaltó la labor del Comité de Sanidad y Calidad Citrícola (CORESAC), institución que mayormente está identificada con el control de fruta destinada al mercado externo, pero que sin embargo ha jugado un papel fundamental para la puesta en marcha de esta fiscalización pionera de productos destinados al mercado interno. “La labor del CORESAC es fundamental porque nos permite actuar con el respaldo directo de los trabajadores y productores de la zona”, subrayó Ibáñez.