La agenda de movilizaciones prosigue mañana con Rauch (Buenos Aires). Y, en los próximos días, se programaron en: San Justo (Santa Fe), Coronel Suárez (Buenos Aires), San Martín (entre Chaco y Formosa) y Santa Rosa (La Pampa). A buen entendedor pocas palabras: los ruralistas estiran el suspenso a la espera de que el Gobierno dé señales más firmes respecto de las exportaciones.
Un comunicado elaborado por la entidad agropecuaria explica que no tiene sentido evaluar las medidas presentadas por la ministra Felisa Miceli «toda vez que un plan, responde a la aplicación de una política agropecuaria hoy inexistente». Acusa también al Ejecutivo de «incumplir» los compromisos que había asumido, en especial en el acuerdo del 6 de abril. Y juzga: «Por el camino emprendido el futuro es crítico».
«Mientras tanto el ruralismo seguirá consultando a sus bases, realizando asambleas en el marco de una inquietud generalizada de los productores, en pos de expresarse en forma directa en un gran movimiento nacional de protesta», concluyó la entidad que agrupa a la mayor porción de los 190.000 ganaderos del país. Tras debatir durante casi seis horas, la cúpula de CRA manejaba dos opciones para el caso de llegar a ese extremo: o una marcha hacia Buenos Aires o un paro al estilo campero. Consiste en no mandar ganado a los mercados.
«El plan ganadero (que anunció Miceli) es una arista buena. ¿Pero para qué queremos producir más terneros si después no los podremos exportar?», preguntó Néstor Roulet, el vice de CRA. El reclamo, lo dice el comunicado, pasa porque el Gobierno defina el cronograma de reapertura de las exportaciones, elimine el peso mínimo de faena y revise la suba de las retenciones al 15%.
Economía, mientras tanto, intentó ayer comenzar a cumplir las promesas que realizó el martes. La Aduana, por un lado, levantó la medida que impedía la exportación de 330 contenedores que no estaban comprendidos en la prohibición y que deberían salir del país con el vapor del sábado. En Agricultura, en tanto, revisaban los detalles del plan de estímulo a la ganadería, que implicará el desembolso de más de 800 millones de pesos del Estado en cuatro años. La aspiración es aumentar 17% la oferta de carne.
Otra entidad, la Federación Agraria, reclamó que esta iniciativa ponga el acento en los pequeños productores. Y como garantía, pidió que el plan quede establecido por ley del Congreso.
Frente al endurecimiento rural, la gran pregunta era cómo reaccionará el presidente Néstor Kirchner. Por lo pronto, el Ministerio de Trabajo sigue subsidiando a los trabajadores de los frigoríficos que fueron suspendidos. Hasta ayer eran casi 5.000.
