Respecto a la falta de presión, comentó que existen varias cuestiones que afectan este tema. Entre ellas, las grandes temperaturas de noviembre, la gente que riega los patios, y el llenado de piletas. “A zonas que son muy altas y con cañerías que tienen diámetros pequeños el agua llegue con poco presión”, señaló.
Dentro de las medidas que se van a tomar para dar solución a las personas que viven en zonas altas es un cambio en el sistema de bombeo de la cisterna hasta el tanque elevado ubicado en la zona del cuartel de los bomberos.
Para ello se reemplazará la bomba impulsora de 280 metros cúbicos que actualmente direcciona el agua a los barrios, por una de 500 metros cúbicos que llenará el tanque y desde ahí se procederá a la distribución a los distintos sectores, ganando presión por elevación. “Pero si la gente no toma conciencia y evita el derroche de agua no hay bomba que alcance”, agregó Acosta. “Con este cambio lograremos alimentar con más presión a los tanques, esta bomba estaría llegando la semana que viene y el 15 de diciembre lo hará la gente encargada de instalarla”, agregó.
Por último el Director habló sobre el sistema de medidores para el control de agua “el tema de los medidores es bastante complicado, más allá de que cada uno pagaría lo que esta consumiendo es muy costoso y que hay gente que no lo puede pagar. En este momento un medidor debe estar alrededor de 250 pesos a parte de la mano de obra para instalarlo” concluyó Acosta.