Los 10.000 medidores serán colocados en un lapso de entre siete u ocho meses de extensión. Cresto aclaró que la medida no persigue fines recaudatorios sino que apunta a ser más austeros con el agua potable. “En las casas hoy se cobra por metro cuadrado de la superficie de la casa, se hace un cálculo estimativo y se le cobra el agua. O sea que esa casa puede tener las canillas abiertas las 24 horas del día y paga lo mismo”, indicó.
El mandatario comunal puso como ejemplo a seguir la ciudad vecina de Salto. En ese sentido, indicó que la planta potabilizadora de esa ciudad tiene un tercio de la capacidad de la de Concordia. “La nuestra tiene 3.500.000 litros/hora de capacidad y 36 perforaciones en la ciudad y tenemos problemas de agua. La de ellos tiene la tercera parte y no tienen problemas de agua. Pero hay una diferencia grande, hasta la familia más humilde tiene medidor de agua y en Concordia en los últimos 10 años no se ha colocado un medidor”, dijo. Según explicó, el Enhosa puso como exigencia para financiar la nueva planta potabilizadora la colocación de los caudalímetros.
El intendente aclaró que firmó el jueves un decreto que intiman a todos los frentistas que tengan un bypass (conexión clandestina) a que lo declaren en forma voluntaria en Obras Sanitarias. La repartición hará las modificaciones necesarias sin costo para el contribuyente. Pero hay tiempo hasta el 31 de marzo. Luego de esa fecha, Obras Sanitarias saldrá a realizar las inspecciones y a multar severamente a quienes no hayan efectuado la declaración.
Más adelante, dijo que están trabajando fuertemente para que en abril se esté licitando la nueva planta potabilizadora. “Es una obra que lleva tiempo. Va en forma paralela a la planta actual. Lo que cambia un 100 % es la toma de agua que está metida más en el río aguas adentro donde están todas las bombas de captación”, indicó. En forma simultánea, se prevé la colocación de una nueva cisterna de 5.000.000 de litros que se suma a las dos existentes de 10.000.000 de litros.
Pero lo más importante es el anillado de agua que se prevé construir en la ciudad. Con una estación de rebombeo, se estima que todos los barrios tendrán la misma presión de agua y no como ahora que escasea en los más alejados, sobretodo en la zona oeste o los más elevados.
A fines de enero pasado, la última creciente del río, que alcanzó niveles históricos en Concordia, resintió el funcionamiento de las bombas y provocó daños en las torres donde están instaladas las siete bombas de captación. En un momento dado, la planta funcionaba con dos y hasta tres bombas de captación menos de las siete disponibles lo que dejaba a la ciudad sin presión de agua.