Colegio kinesiólogos de Entre Ríos: Nuevos directivos, mismos desvergonzados

Damián Etchegoyen Pte Colegio de kinesiologos

 

En noviembre del 2021 el colegio de kinesiólogos de Entre Ríos (COKINER) cambió su plantel de autoridades y eligió como presidente a José Damián Etchegoyen en lugar de María José Salamone. Una situación que bien podría haber sido aprovechada por el nuevo cuerpo para reivindicar la irresponsabilidad en la que incurrió Salamone cuando en agosto del 2021 la justicia le preguntó qué medidas iban a tomar respecto a la kinesióloga Soledad Mitre, quien enfrenta una causa penal por realizar una práctica estética (Carboxiterapia) PARA LA QUE NO ESTABA HABILITADA, y provocar la muerte de Claudia Bertoldi: “Las practicas que realicen según su formación quedan bajo el criterio profesional y responsabilidad de mismo”, respondió en ese entonces la ex presidenta del COLKINER sin ruborizarse ni agachar la cabeza. Básicamente, ‘lo que haga cada colegiado no es incumbencia del Colegio’ .

Cuatro mails fueron enviado desde entonces al Colegio por el abogado de la familia Bertoldi, el Dr Mainez, insistiendo en la necesidad de que actúen para evitar que se repita una tragedia similar y adjuntando en cada uno de ellos los avances de la justicia, oficios y pruebas irrefutables contra Mitre…pero nunca respondieron. Ni siquiera al último enviado el 6 de septiembre y en el que la querella añadió el más contundente de los oficios, el n° 3227 emitido el 27 de junio del corriente, y en el que el Departamento Médico Forense del Superior Tribunal de Justicia de Entre Ríos determina concretamente y en detalle cómo incidieron las acciones de Mitre en la muerte de la víctima.

Pero lo que pasó este martes colmó el vaso: cuando por fin DIARIOJUNIO pudo comunicarse con la máxima autoridad del colegio, José Damián Etchegoyen, y recordarle los hechos, éste respondió lo que reproduce textual el copete de este artículo.

De inmediato llamé al Colegio de Kinesiólogos como recomendó su presidente y pensando que allí habría alguna otra autoridad, pero un amable secretario me dejó con mas incertidumbres que certezas: NO HAY NADIE ACÁ, EL EQUIPO DIRECTIVO SE REUNE UNA O DOS VECES AL MES PORQUE NO VIVEN EN PARANÁ (donde se ubica la sede). Y por supuesto, todo lo que siguió del diálogo fue ‘NO SABRÍA RESPONDERLE’, con la única excepción de que me pidió mis datos y prometió que se los iba a pasar. De ahí en más…nada, silencio total. Igual que con los mails del Dr Mainez, igual que con la intervención de la Justicia, igual que con la familia de Claudia e igual que con la responsabilidad que les compete como órgano controlador de sus colegiados, otorgada por el Ministerio de Salud de Entre Ríos

La propaganda mentirosa de MITRE que NO aclara que la carboxiterapia se trata de una práctica MEDICA

 

Con todas estas acciones queda claro entonces que el Colegio de Kinesiólogos de Entre Ríos ya tomó su decisión: dar la espalda, bloquear y desvincularse de su obligación como autoridad de aplicación ante sus colegiados. Elige lavarse las manos y no aplicar ninguna sanción ante la irresponsabilidad de la kinesióloga Soledad Mitre de ejercer la medicina sin ser médica, traspasar los ámbitos que le habilita su profesión y como si ello no le fuera suficiente, utilizar para sus tratamientos elementos no aptos para la salud.

Pero que quede claro, Soledad Mitre usurpó y usufructuó una actividad que por ley nacional es exclusivamente competencia de un profesional médico, le inyectó a la víctima DIOXIDO DE CARBONO INDUSTRIAL EN LAS VENAS y la mató.

¿Y qué hizo el Colegio de Kinesiólogos con todo esto? Hasta ahora nada…o si, bloquear. 

Claudia Bertoldi, la víctima, al lado la Kinesiologa Mitre con su socio y esposo

 

Dr Mainez: ´Este caso debería ser una señal para todos los colegiados que van por fuera de su área de competencia´

En diálogo con DIARIOJUNIO, el abogado de la familia Bertoldi afirmó que sus representados van a iniciar acciones contra el Colegio de Kinesiólogos (y su actual presidente deberá responder aunque hoy se haga el sota), con el fin de que no haya otra víctima.

“El Colegio tiene la responsabilidad de hacerles saber a sus colegiados cuál es el ámbito donde el profesional se puede desenvolver y también a quienes van a utilizar el servicio. El planteo de la familia es que este caso tenga la utilidad como para que no se continúe con este nivel de incertidumbre legal y  sobre las prácticas, qué pueden hacer y qué no. La única certeza ahora es que si pasa algo, como lo que le pasó a la Sra Bertoldi, el Colegio se mantendrá quieto, en silencio y sin respuestas concretas”, remarcó.

“Nosotros pretendemos una respuesta, la que sea. Si no quieren involucrarse con los querellantes al menos que les den información a Fiscalía porque esto no deja de ser un tema relacionado a la salud de la población. Y si el equipo directivo argumenta que no está familiarizado con los hechos, que se familiaricen y así tal vez pueda revertir lo que hicieron hasta ahora. Pero debe entender que la familia no es la enemiga, sino gente que tiene una situación personal muy delicada y que está pidiendo respuestas para, a su vez, prevenir a la población en general”.  

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