Coimas: “la gente se presta mucho para eso”, dijo un delegado de Tránsito

El delegado indicó que las quejas provienen de quienes “quieren zafar, entonces tratan de buscar un arreglo y después cuando los dejan ir, lo primero que dicen es ‘coima, coima’». Al mismo tiempo, expresó que las denuncias deben realizarse como corresponden. “Alguien tiene que hacerse cargo. Todos decimos ‘coima, coima’ pero nadie pone la firma. Todos lo rumorean”, añadió.
“Generalmente el que se enoja que supuestamente se lo coimeó es al que se le hizo la boleta, se le sacó el auto, se le sacó la moto”, dijo Coronel. Luego sostuvo que hay “buenos inspectores” y “malos inspectores” como en todos lados donde hay “buena gente” y “mala gente”.
Mañana hay una audiencia en el ministerio de Trabajo. “Ya tuvimos una audiencia la semana pasada y no se presentó la municipalidad”, señaló. Incluso Coronel dijo que el intendente Gustavo Bordet no los quiere atender. De no encontrar respuesta, además de analizar una medida de fuerza, el delegado dejó trascender la posibilidad de entablar una denuncia al intendente por persecución. Y explicó que se debe a que se están desempolvando viejos expedientes para rastrear elementos que sirvan para impedir la suba de categoría. “Una sanción mínima, un apercibimiento, un llamado de atención y no nos dan categoría. Es como una represalia”.
Hace dos meses que entregaron un petitorio que hasta el momento no obtuvo respuestas. “Venimos reclamando por vías administrativas los elementos de trabajo”, dijo Coronel en referencia a la ropa de invierno. Se trata de un pantalón, una camisa, buzo, campera, gorra y chaleco. Incluso, quienes trabajan con la grúa reclaman elementos de seguridad como botines, ropa de grafa, guantes y la faja lumbar. Además la indumentaria de verano les fue entregada a fines de marzo, cuando comienza el otoño.
Por otra parte, el delegado aseguró que el municipio no quiere reconocer los riesgos del trabajo, en referencia a las agresiones en la calle. Según explicó, “a nadie le gusta que le saquen la moto ni que le labren el acta”, indicó. Algunos reaccionan quejándose; otros en forma agresiva, más aún en los controles de alcoholemia. “Hasta los mismos policías han sido agredidos, imaginate que queda para nosotros que no somos una fuerza que está armada”, indicó.
La última agresión notoria fue la que sufrió el inspector Sergio Medina, durante un control en la esquina de Pellegrini y Mitre, en noviembre del año pasado, cuando una persona, con un palo de madera, se acercó y le asesto un golpe en la cabeza. Ese día, fue el intendente a Tránsito y se solidarizó con la víctima de la agresión. “Pero después no fue nunca más”, indicó. Asimismo, el delegado aseguró que hay agresiones y amenazas “todos los días”. “Pero nosotros no salimos todos los días a decir: ‘este me amenazó’ o ‘este me tiró el auto’». En el caso de que un inspector de tránsito haya sido agredido y quiera entablar acciones judiciales, Coronel sostuvo que deben solventarse los gastos por sí mismos o con ayuda del gremio.
Más adelante, indicó que los dos móviles están en el taller. Por lo tanto, sólo cuentan con la grúa y la camioneta para transportar motos para movilizarse. “Por eso hacemos los controles en la zona céntrica, no tenemos movilidad para irnos afuera”, indicó. Y agregó que cuando los móviles disponibles deben asistir a un choque, se quedan a pie.

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