Codesal acéfala: ‘A veces sólo necesito levantar un teléfono y que alguien me responda’

Desde la salida de José Carlos Ostrovsky, el ex director de la Corporación para el Desarrollo de Salto Grande, el gobernador Gustavo Bordet no designó a nadie que ocupe ese lugar. En un primer momento se le había ofrecido la cartera a Alfredo Francolini, pero el ex funcionario provincial la rechazó para tomar en cambio la secretaría de gobierno del municipio de Enrique Cresto. “A pesar de todo, la intención es seguir avanzando y necesito cada tanto levantar el teléfono por un problema y que alguien me responda ´ya te lo soluciono o estamos en eso´, y no que si tengo por ejemplo que vaciar los pozo negro que están llenos, me digan, ´Fijate si conseguís un camión cisterna de los bomberos´, se quejó. “Del mismo modo que con la policía, ya tengo 6 denuncias hechas y esta vez ni siquiera me presenté a formalizarla porque de todos modos no vi nunca políticas de cambio, ni culpables, ni nada”

El hecho sucedió en la noche del sábado pasado, en la cantina ubicada en Península Soler  y según comentó Baldezzari, el daño económico rondaría los 30 mil pesos. “No se trata sólo del hueco de dinero que provocan sino la amargura de sentirse todo el tiempo vulnerable y estar a la expectativa de que no te rompan todo, vandalicen los baños, etc. Yo estoy la semana entera acá, todo el día trabajando y cuidando, pero es lejos y cuando te vas a la noche pasa a ser tierra de nadie”, agregó. “¿Y a quién vas a acudir si no hay nadie que te respalde? Y esto excede partidos políticos, ideología, todo. Yo soy súper optimista y siempre intento mirar para adelante, pero también necesito un poco de gestión atrás mío para sentirme apoyado y seguir haciendo cosas. Lo mismo pasa con la educación, se roban dos canillas de los baños por día, y uno quiere poner inodoros para asegurar la comodidad de las mujeres, ampliar las cantinas y el servicio…pero es ir contra la corriente”

Finalmente, Baldezzari concluyó en que las trabas son demasiadas y reitera que cuesta mucho el simple hecho de ofrecer una cantina con comida caliente, enrejar y proteger los baños, mantener todo limpio y en condiciones. “Yo soy consciente de las necesidades y comodidades que necesitan  los visitantes, pero no puedo estar todo tiempo reparando y comprando lo que se roban o rompen. No sólo es el dinero sino, peor, es que la gente de acá o el turista vienen, ven eso y se lleva la peor impresión cuando en realidad quizás te robaron hace 5 minutos. Necesitamos aprender a valorar lo nuestro y entender que cualquier servicio que se haga, dentro o fuera del predio, es fundamentalmente para nosotros que vivimos acá”

Entradas relacionadas