La decisión aparece a contramano de lo decidido por la Asamblea Ambiental de Concordia, desde la cual Paulino Segovia anunció que trabajan por la integración de los pueblos, para lo cual están en contra de los cortes. También el intendente Juan Carlos Cresto, histórico opositor a los bloqueos de la frontera, manifestó que en su ciudad «no hay ambiente» para tal medida.
Pero a la Asamblea y al intendente les salió al cruce un grupo de Vecinos Autoconvocados que decidieron el martes por la noche realizar «cortes sorpresivos e intermitentes» del tránsito sobre el paso internacional, en contra de la instalación de Botnia. De esta forma, quedarían bloqueadas las tres vías de comunicación con el vecino país. Esos Vecinos no anunciaron cuándo comenzarían los cortes y adelantaron que mañana, viernes, volverán a reunirse para definir el tema. Así, Gualeguaychú cortaría en forma ininterrumpida, Colón programada y Concordia sorpresiva.
En 1995 Lima ya se hacía llamar «Comandante» y creó la Asociación de Desocupados, Subocupados y Trabajadores en Negro de Concordia, convertida luego en el MTL. Al frente de numerosos cortes de ruta, fue procesado junto a Sánchez por el Juzgado Federal de Concepción del Uruguay por «entorpecimiento del transporte terrestre».
El 4 de abril de 2000 Lima volvió a cortar la ruta en demanda de trabajo, y al día siguiente estalló la «insurrección» del «Comando Sabino Navarro» desde la «selva entrerriana», en una transmisión hecha en directo por una radio y un canal de noticias de la Capital.
Había un encapuchado «comandante Carlitos», una «sargento Pato» y otros. Gobernaba Fernando de la Rúa y la Argentina fue titular de los medios internacionales asociada a la «guerrilla y la amenaza de terrorismo».
Conclusión: los guerrilleros eran truchos, el «comando» no existía, la «selva» era el parque Rivadavia de Concordia, a pocas cuadras del centro, y los acusados de dirigir el «operativo» fueron Lima y Sánchez y Patricia Rivero como partícipe necesario.
Se los procesó por «incitación pública a la violencia colectiva, atentado al orden constitucional y a la vida democrática». Lima y Sánchez siempre se declararon inocentes. Es más: iniciaron demanda por daños y perjuicios al Estado nacional y al entonces ministro Federico Storani por una suma que rondaba los 3 millones de pesos, causa que no prosperó.
Para diciembre de 2001 Lima volvió a escena, liderando primero el saqueo al supermercado Maxi Total. El 16 de diciembre prometió ir sobre el híper Norte y el 17 negoció entrega de alimentos para la gente congregada fuera del mismo a cambio de no entrar y saquear.
A los antecedentes habría que agregar las heridas de armas de fuego que sufrieron en 1998, que atribuyeron a pistoleros a sueldo que respondían al ministro Sergio Urribarri. Siempre se desconfió de que en realidad fue un autoatentado.
