El Comité de la Cadena Alimentaria, compuesto por representantes de los 25 Estados miembros a nivel técnico, discutirá la situación en un encuentro ordinario los días 14 y 15 de julio a petición de la delegación española, pero «probablemente no habrá ninguna propuesta de decisión sobre la mesa», explicaron a Europa Press fuentes comunitarias.
La razón es que, en dos semanas, ya está prevista una reunión técnica sobre temas fitosanitarios entre la Comisión y los países del Mercosur -Argentina, Brasil, Uruguay y Paraguay-, dentro de la ronda de negociaciones para alcanzar un acuerdo de libre comercio entre las dos partes. «Allí abordaremos la cuestión y les plantearemos los interrogantes que salgan del Comité de la Cadena Alimentaria», afirmaron las fuentes.
«Lo que se hará la semana que viene es escuchar a los Estados miembros, cuáles han encontrado problemas. Parece que España ha sido el único», destacaron en el Ejecutivo comunitario. «No podemos decidir ahora tomar medidas antes de haber escuchado a los países del Mercosur si hay una reunión prevista en dos semanas. Políticamente no es correcto», insistieron.
Sólo en el caso de que durante la reunión del día 14 se compruebe que la situación es «dramática» y que se han detectado «muchos problemas» podría adelantarse la decisión. La Generalitat Valenciana ya ha pedido a la ministra de Agricultura, Elena Espinosa, la suspensión cautelar de la entrada de cítricos argentinos a España para que la cancrosis no se contagie a la producción autóctona.
España ya cerró sus fronteras a los cítricos de Argentina y Brasil en noviembre de 2003 tras encontrarse partidas de fruta afectadas por diversas enfermedades. El embargo se levantó el pasado 1 de mayo después de que la Comisión acordara a finales de abril endurecer los controles fitosanitarios sobre las importaciones, con un sistema de análisis oficiales sobre los cítricos en el lugar de producción y en los Estados miembros de la UE. Bruselas anunció entonces que enviaría sobre el terreno a sus inspectores durante los meses de julio y agosto.
El Ejecutivo comunitario se comprometió además a realizar un seguimiento de la campaña, para endurecer estas medidas o adoptar otras alternativas si se comprobaba que no eran suficientes. Desde el mes de mayo, todos los cítricos procedentes de Argentina y Brasil deben llegar a la UE acompañados de un certificado que garantice que se han producido en una región libre de plagas, o en caso contrario que cumplen tres condiciones: que no se han detectado plagas en el último ciclo de vegetación, que las frutas han recibido un tratamiento fitosanitario adecuado y que han sido enviadas por exportadores oficiales.