Los daños, difíciles de cuantificar aún en lo económico, se pueden apreciar en las plantaciones, las que presentan severos daños por el tamaño de las piedras.
“El perjuicio es más importante de lo que uno se imagina, sobre todo por la época del año en que se dio”, manifestó uno de los productores afectados.
En otro orden, los citricultores aguardan todavía la firma del decreto del gobernador para que bajen los 3.000.000 de pesos para paliar los inconvenientes de las duras heladas del año 2004.
En éste sentido, hace 15 días el presidente de la Federación del Citrus de la Provincia, Néstor Mover, manifestaba que era inminente la rúbrica del mencionado decreto.