Los jornaleros estaban alojados en un obrador que construyó la empresa que tenía a cargo la remodelación de la ruta que cruza por Los Charrúas. “Hace como tres días que no comían, casi que no podían tomar agua porque hay una bomba pero como está rota sale con aceite. Se desmayaron varios muchachos”, indicó Camejo.
También señaló que Correa les expresó a los comerciantes del pueblo que no les venda mercadería a los santiagueños porque eran “peligrosos”. “El les traía un kilo de pan y les cobraba $ 8; un kilo de carne $ 20”, dijo.
El gremialista acusó a la Policía de Los Charrúas de “cómplice” de la situación. “La Policía de Los Charrúas andaba con este señor, que no sé si llamarlo señor, porque la verdad es que es un explotador porque andaba custodiado con policías y decían que no le vayan a hacer nada porque tenía mucho poder en Concordia”, dijo el gremialista.
Según Camejo, el contratista se desligó de la suerte de los santiagueños. Por ello, el titular de la Dirección Provincial de Trabajo, José Giles, intimó a la empresa a que mañana a las 9 les abone los salarios que les adeuden porque, de lo contrario, se presentará a la Justicia.
Camejo aseguró que obtuvo trabajo en otras empresas para 35 de los 53 cosecheros. Los restantes probablemente retornen a su provincia natal debido a que se sentían decepcionados. “Les cuentan una cosa allá y cuando llegan la realidad es otra. Les decían que se vayan nomás: Santiago del Estero está casi a 1500 kilómetros y si no conocen nada no sé hasta donde podían llegar”, añadió.