Las investigaciones las iniciaron agentes de la Policía de la Comisaría Segunda a instancias de una denuncia efectuada el pasado 14 de abril por el faltante de la lápida de una tumba. Días después los uniformados encontraron que la lápida que se buscaba estaba en otra tumba y que había sido vendida por $350, operación certificada por un recibo que contiene la firma de uno de los empleados municipales que trabajan en el lugar.
La causa por el delito de estelionato involucra a otros cuatro empleados municipales que hace años trabajan en el cementerio y que estarían tan comprometidos como el que firmo el recibo. Los sujetos quedaron imputados en la causa que se tramita en el Juzgado de Instrucción Nº 2, pero permanecen en libertad.