Tessani indicó que al lugar le faltan muchos elementos como para ser habilitado: un seguro por cualquier accidente, servicio de emergencias médicas, habilitación de bomberos, además de arreglos para sacar la humedad y pintura en algunas paredes.
El 17 de mayo pasado, Inspección General labró un acta en el lugar por falta de habilitación. Había seis adultos mayores en ese lugar. “Los abuelos dijeron a los inspectores que estaban bien atendidos. En ese momento no se constató el agua caliente si había o no. Pero vimos que le faltan muchas cosas como para que estén bien, a los abuelos no los podés tener con humedad. Son cosas fundamentales”, dijo.
Ese día le dio un plazo perentorio para regularizar la situación. “No vinieron y el martes 25 se le hizo una clausura preventiva”, dijo. Ese día había cinco abuelos dado que uno había sido internado. Inspección General pidió los datos de los familiares y les suministraron los mismos sin inconvenientes.
De hecho, ni siquiera se inició el trámite para lograr la habilitación. “No lo hicieron. Por eso llegamos hasta hoy que llegó un mandamiento del Juzgado de Faltas para que se clausure en forma definitiva”, dijo Tessani. Los familiares tienen 10 días de plazo para retirar a los adultos mayores que quedan allí.
Se trata del segundo hogar para personas de la tercera edad que se clausura en 2019. El otro tuvo lugar poco tiempo atrás cuando se cerró uno en Quintana, casi San Luis, pleno centro de la ciudad. Tessani sostuvo que aparentemente habría una relación familiar entre los propietarios de ambos lugares. “Están relacionados”, dijo.
En Inspección General recalcaron que hay varias residencias para adultos mayores habilitados en la ciudad. “No es que no hay lugares, lo que pasa es que por ahí nos dicen los familiares o los abuelos que los otros geriátricos les cobran mucha plata y ellos no pueden pagar. Pero no es la cuestión esa”, acotó Tessani.