Cierra una reconocida parrilla local: ‘Nos vamos a enfermar todos, pero de la desesperación’

El empresario anunció la mala nueva a través de sus redes sociales: “Hoy con una gran tristeza, luego de 13 años de esfuerzo, dedicación y trabajo constante, desde «El Principito» restaurante; queremos informarles que debido a la situación que estamos atravesando todos por el #COVID-19 debemos cerrar las puertas de nuestro local definitivamente. Todo esto nos supero y es imposible seguir pagando alquiler, impuestos y servicios que ya no se ocupaban, sueldos de nuestros empleados y mucho más. Se cierra un ciclo de El Principito restaurante y parrilla, pero se abre uno nuevo ‘El Principito rotiserías”, detalla el comunicado.

Apoyado en esta nueva palabra que tanto resuena en épocas de pandemia, el empresario remarcó que debieron “reinvertarse” y poner una rotisería para juntar ‘al menos’ el dinero necesario para cerrar. “Acá nadie te ayuda en nada. Te matan cuando tenés el negocio abierto y te matan el doble cuando queres cerrar. Lo que es la municipalidad, en vez de darte una mano, si te retrasás un día en el pago de lo que sea al otro día te suman intereses y mandan un apercibimiento. El único que es más flexible en ese sentido es renta provincial, pero nadie más», sentenció. «Te da mucha bronca que si queres juntar algo de dinero para tratar de abrir otra cosa, es imposible porque te consumen lo poco que tenés”

“Nosotros empezamos ahora en modalidad rotisería desde mi casa porque no podemos sostener el alquiler y todo lo que ello conlleva. Pero cuesta bastante porque no estamos acostumbrados al delivery y después de tanto trabajo, es como empezar con un negocio nuevo”, agregó. “El tema del cierre es únicamente por este tiempo que no pudimos abrir, imaginate que si antes trabajando a pleno alcanzaba para poco más que pagar lo fijo, después de un parate de dos meses es imposible remontar”

En cuanto a la posibilidad de acceder a un beneficio estatal, Montes aseguró que sólo accedieron al pago del 50 % del sueldo de su empleado. “Es una empresa familiar así que mi hijo también se quedó sin nada. Ellos entienden y ayudan, pero la indemnización del empleado hay que pagarla si o si. Y lo mismo con los servicios: A pesar del tiempo cerrado, la ultima boleta de luz vino igual que la anterior y para darle de baja es muy complicado porque no atienden el teléfono, te dan un número pero nadie responde, etc. Cerrar un comercio es tan caro y difícil como abrirlo”, señaló

“Por supuesto que esto no me pasa sólo a mí sino a todos lo que tienen un emprendimiento. Entiendo que la Pandemia no es culpa de nadie y lo primero es la salud, pero la falta de plata también está matando y si esto sigue así de tener todo cerrado y que encima te pongan trabas o no te ayuden en nada, te aseguro que vamos a quedar todos sanos pero con un tendal de desocupados”, concluyó.  

Entradas relacionadas