"El aumento en la tasa de homicidios es un fenómeno que nosotros denunciamos desde hace varios años. Rosario tenía antes de 2002 una tasa por debajo del promedio a nivel nacional, que era 5,5 cada 100 mil habitantes, pero ya para 2009 y 2010 empezó a aumentar a diez y después de 2010 hubo un salto y llegó casi a 22 asesinatos cada 100 mil habitantes", explicó a Tiempo Argentino el diputado santafesino Eduardo Toniolli, del Movimiento Evita, integrante de la Comisión de Seguridad Pública de la Cámara de Diputados provincial.
En igual sentido se pronunció el criminólogo de la Universidad Nacional de Rosario, Enrique Font, quien confirmó las cifras extraoficiales que circulan sobre homicidios en la ciudad y señaló que lo que explica la suba en la tasa de homicidios es la llamada violencia lateral. "Sigue la tendencia que en los últimos tres años marca un aumento de la tasa. Pero no todos están vinculados a la narcocriminalidad sino todo lo contrario. Son jóvenes que conforman 'juntas' o bandas", detalló. "Algunos –agregó– se dedican a hacer arrebatos, a robar, algunos andan armados, pero son chicos que entran y salen del delito y que construyen identidad por pertenecer a una banda."
Según datos extraoficiales a los que accedió Font, sólo cerca del 15% de estos homicidios serían originados en el narcotráfico, cifra que el gobierno provincial suele inflar para cargar la responsabilidad sobre la Nación y la justicia federal.
"Los homicidios crecieron sobre todo porque hay pibes que construyen identidad en una banda, y eso hay una posibilidad muy grande de prevenirlo. No son profesionales del delito sino 'delitos amateur' como explica Gabriel Kessner. Con una prevención social del delito se podría prevenir pero es un fenómeno que al gobierno no le interesa combatir, no tiene estrategia y le da independencia a la policía", aseguró Font, que fue durante dos años secretario de Seguridad Comunitaria de la provincia, en el gobierno de Hermes Binner.
Font, profesor de Criminología y Control Social en la Facultad de Derecho de Rosario, señaló la actualidad violenta de la localidad de Rosario como "la partida de defunción de la política de seguridad de la provincia", consecuencia de años de "negar los fenómenos de seguridad, ocultarla, no producir información y la policía que está totalmente atravesada por la participación en el delito".
Tanto Toniolli como Font coincidieron en destacar como positiva la llegada de las fuerzas federales a Rosario. "Hay un antes y después, pero el después va a tener que incluir dos aspectos: las políticas de prevención social del delito para combatir este caldo de cultivo, que depende de todos los niveles del Estado Nacional y provincial, y otro aspecto, exclusivo del gobierno provincial que es la reforma de la policía, con las fuerzas federales reguardando el orden público y cualquier intento desestabilizador", opinó el diputado del Movimiento Evita.
Font, por su parte, destacó dos aspectos de la intervención: "Por un lado, no fue saturación policial únicamente sino que se coordinó con fiscales federal que venían investigando. Lo otro valioso es que no hubo violencia, fue intervención muy profesional. Yo no coincido con que saturación resuelva la narcocriminalidad, pero puede apaciguar el barrio y evitar que haya tantos bunkers vendiendo drogas y abre la posibilidad al gobierno provincial para hacer una reforma de la policía y para trabajar con políticas de prevención social del delito."
Desde los barrios, el Movimiento 26 de junio, del Frente Popular Daría Santillán (FPDS), reclamó que la intervención de las fuerzas federales se articule con políticas sociales en los barrios de Rosario y que tengan a las organizaciones sociales como mediadores. "Estamos a entera disposición del gobierno provincial y nacional para implementar políticas sociales. Somos los que conocemos las dinámicas y el canal privilegiado para que no caigan en sacos rotos", aseguró Pedro "Pitu" Salinas, referente barrial del FPDS.
Sobre la violencia en los barrios de la ciudad, Salinas aseguró: "Es difícil encontrar un vecino que se agarra a piñas, todo se resuelve a los tiros." Si bien el dirigente cuestionó la "militarización" de la zona, destacó que "el desembarco ha garantizado algún grado de armonía que resulta interesante para discutir la necesidad impostergable de reformar la policía".
Triple crimen de militantes
El 1º de enero de 2012 un triple crimen desnudó la ola de violencia social que se vivía desde hacía tiempo en la ciudad de Rosario. Jeremías Trasante, Claudio "Mono" Suárez y Adrián "Patom" Rodríguez, militantes del Frente Popular Darío Santillán, se encontraban celebrando Año nuevo en una canchita de fútbol del barrio Moreno cuando fueron acribillados por una banda de narcotraficantes. Por ese hecho fue detenido Sergio "El Quemado" Rodríguez, junto a otros cómplices, quien se cree que confundió a los jóvenes con una pandilla rival que había atacado a su hijo.
Hugo Tognoli
Ese mismo año la corrupción dentro de la policía de Santa Fe se destapó con un hecho insólito. El mismísimo jefe de la fuerza, Hugo Tognoli, fue señalado por vínculos con el narcotráfico en varias causas en la ciudad de Rosario y en la capital de la provincia cuando se desempeñaba como jefe de la División de Drogas Peligrosas.
El comisario está preso desde marzo del año pasado y a principios de este año varios tribunales de segunda instancia ratificaron los procesamientos en su contra.
La guerra de los Monos
El punto más álgido de la escalada de violencia que asola la ciudad del sur de Santa Fe es la guerra narco protagonizada por el clan "Los Monos", que comenzó en septiembre de 2012 con el asesinato de Martín "Fantasma" Paz, quien habría estafado a la banda narco. Ese hecho fue el detonante de un conflicto que ya se cobró varias vidas desde el año pasado hasta hoy, entre ellos Claudio "Pájaro" Cantero, uno de los cabecillas del clan criminal, y Diego Demarre, dueño del bar de Villa Gobernador Gálvez donde acribillaron a Cantero.
Ataque a Bonfatti
En octubre del año pasado un hecho sin precedentes en la Argentina puso a la delicada situación de violencia en Rosario en el centro de las noticias nacionales. La casa del gobernador socialista Antonio Bonfatti, ubicada en el barrio Alberdi de esa ciudad, fue atacada a tiros en un claro mensaje mafioso. Por ese atentado fueron detenidos en diciembre dos civiles y tres policías, a quienes se les encontraron armas que habrían sido usadas durante el ataque. "Siempre existe la conexión entre la policía y el tráfico de drogas", señaló Bonfatti cuando las balas le pegaron cerca.
Empresario asesinado
El 2013 cerró con otro caso de violencia relacionado con el narcotráfico. El empresario Luis Roberto Medina, de 42 años, y su novia Justina María Castelli Pérez, de 23, fueron atacados a tiros cuando circulaban en el Citroën C3 de la joven por la zona sur de Rosario. La pareja volvía al hotel en el que estaban parando cuando fueron ejecutadas desde otro vehículo en movimiento. Los investigadores consideraron que fue un crimen premeditado y se empezó a investigar vínculos de Medina con la venta de droga a gran escala en la ciudad.
Un plan para matar
En medio de una investigación llevada adelante por el juez Federal de Rosario Carlos Vera Barros, se descubrió que el agente de la policía santafesina Germán Almirón y un interno de la cárcel de Coronda estaban haciendo planes para matar al juez de Instrucción Juan Carlos Vienna y el fiscal de Cámaras Guillermo Camporini.
Al momento en que fue descubierto el intento de homicidio, Almirón estaba preso sospechado de haber facilitado la fuga de un supuesto sicario de "Los Monos", en enero de este año.
Desembarco de gendarmes
El 9 de abril, en medio de una situación crítica de violencia, desde el Ministerio de Seguridad de la Nación se dispuso un operativo nunca antes visto, que movilizó a unos 3000 efectivos de distintas fuerzas federales que entraron a los barrios más peligrosos de Rosario, para recuperar los espacios que habían sido cooptados por el narcotráfico. El operativo fue coordinado por autoridades nacionales y provinciales: se allanaron y demolieron una gran cantidad de "kioscos" de droga y unos 2000 efectivos se quedaron en la ciudad para ayudar a prevenir el delito.
Votan los uniformados
Miembros de la policía santafesina y del servicio penitenciario provincial comenzarán a elegir desde hoy y hasta el miércoles a 13 a los delegados que integrarán la Comisión de Salud y Seguridad en el Trabajo, el ámbito en el que se discutirán condiciones laborales para esas fuerzas de seguridad.
La mesa es resultado de un proceso iniciado en febrero pasado, cuando quedó abierto el padrón de aspirantes en cada una de las 19 unidades regionales de la policía de la provincia y el servicio penitenciario. De esa instancia salieron 124 postulantes: 82 para la policía y 42 por los penitenciarios.
Además, se confeccionó el padrón de electores, que cuenta con 21.752 personas habilitadas para sufragar, ente 19.171 policías y 2581 penitenciarios.
En total, se elegirán 13 delegados que, junto con igual cantidad de representantes del Ministerio de Seguridad, integrarán la Comisión Jurisdiccional. Este organismo tendrá, entre otras misiones, "proponer políticas públicas relacionadas con las condiciones y medioambiente de trabajo del personal policial y del servicio penitenciario, velar por el cumplimiento de las normas, realizar relevamientos periódicos para detectar y eliminar riesgos, y participar y aprobar los programas de prevención para los lugares de trabajo".
El triple crimen, cerca del juicio
En la madrugada del 1º de enero de 2012, en el barrio Villa Moreno de Rosario, un grupo fuertemente armado asesinó a tres jóvenes militantes del Movimiento 26 de junio, del Frente Popular Darío Santillán, que esperaban para salir con sus amigos. Tanto los familiares de los jóvenes asesinados como sus compañeros de militancia esperan que en los próximos meses la causa llegue a juicio oral.
Los tres chicos, Jeremías Trasante, Claudio "Mono" Suárez y Adrián "Patom" Rodríguez, habrían sido confundidos con "soldaditos" de otra banda y quedaron en el medio de una disputa por territorio.
El hecho se conoció como el triple crimen de Rosario y generó que la violencia en la localidad santafesina y la complicidad de la policía con el narcotráfico se hicieran visibles a nivel nacional.
"El caso del triple crimen y la movilización por justicia fue lo que generó el punto de inflexión de la visibilización del narcotráfico y de la policía de Santa Fe como regulador de esos delitos", señaló Pedro "Pitu" Salinas, referente barrial de la organización.
En la causa están procesados como autores materiales del hecho Sergio "Quemado" Rodríguez, que habría encabezado el grupo, Brian Ismael "Pescadito" Sprio, Daniel "Teletubi" Delgado y Brian Damián Romero, mientras que Mauricio Palavecino está procesado como partícipe necesario del hecho.
Además de los autores materiales, en una causa conexa hay tres integrantes de la policía provincial imputados por encubrimiento: el inspector Eduardo Carrillo, el suboficial Norberto Centurión y el agente Lisandro Martin.
"Estamos conformes con cómo se tramitó la etapa de instrucción y es un escenario inmejorable para cerrar una etapa que, esperamos, se concrete en la etapa de juicio oral. De darse las condenas que esperamos, es un coto a la impunidad y una vidriera de que la lucha dio sus frutos", agregó Salinas.
"La intervención de las fuerzas federales abre la posibilidad al gobierno provincial para hacer una reforma de la policía."
Enrique Font
Criminólogo, ex secretario de Seguridad de Santa Fe.