El párroco de Santa Rosa, presbítero Rubén Dalzotto, indicó que «la celebración eucarística no es un hecho individual, es comunitario y mucho tiene que ver mi hermano, mi prójimo y en cada celebración tengo ser solidario, de lo contrario es simplemente un amor estéril»..
«Estos son valores que practicaba Santa Rosa de Lima, ya que su primer amor fueron los indios marginados y los negros esclavos y trabajaba en un hospital en el que el trabajo más humillante lo hacía ella y con mucho espíritu de alegría y de gozo».
«Estamos muy lejos de eso y, lamentablemente, cada vez más lejos -dijo- porque nuestra caridad es muy pobre, es sólo la dádiva de dar lo que me sobra, mientras vamos perdiendo el valor de la solidaridad que era tan rico en nuestro país».
«Hay una sociedad de consumo que nos lleva al individualismo y nos hace olvidar que debemos realizarnos como personas», apuntó, agregando que «hoy el ser humano tiene valor por lo que tiene y no por lo que es».
«La verdad y la justicia hoy no son virtudes comunes en el del ser humano», precisó.
«Hay mucho egoísmo, envidia, celos y eso es lo que debemos cambiar, finalizó.