De acuerdo al relato brindado a DIARIO JUNIO por Silvio Pucheta, delegado de la Dirección Provincial de Trabajo de la Provincia en el Departamento Federación, uno de sus inspectores –un hombre de apellido Benítez- se encontraba en horas la mañana realizando inspecciones en una quinta cítrica de Colonia Aylman. En la misma dio con unos diez empelados en negro en una estancia perteneciente a la familia Robol.
Al terminar su labor, decidió regresar a la oficina de Trabajo de Chajarí, pero se encontró con un camión atravesado en medio del camino y con uno de los propietarios de la finca –un joven de no mas de 20 años- quien le exigía que rompiera el acta de constatación de los obreros en negro para poder pasar.
Rápidamente, Benítez se comunicó con Pucheta que estaba en Chajarí, quien raudamente y acompañado por un móvil de la Comisaría de Chajarí se acercó al lugar. Tamaña sorpresa se llevó cuando al llegar se encontró con que quienes impedían el paso era no solo un camión y un productor, sino mas de un centenar de ellos que habían llegado de diferentes puntos de la zona, aparentemente alertados via celular por quien o quienes se veían directamente perjudicados por la reciente inspección.
Según Pucheta, “di aviso a mi jefe (Oscar Balla) quien se puso en contacto con el Ministro (Bahl) y de ahí se impartió la orden desde la Jefatura Provincial para que personal policial de Chajarí viniera a levantar esto”. En efecto, personal policial de Chajarí fue quien debió hacer que se levante el piquete cerca de las 15 horas. Pero ello no quitó que se vivieran momentos ríspidos y de extrema tensión –con fuertes cruces verbales- en las dos o tres horas anteriores entre Pucheta y varios de los productores allí apostados.
El funcionario detalló que ya en otras ocasiones se le habían realizado inspecciones a esa quinta, pero nunca la disconformidad con las mismas había generado tanto resquemor.