CHAJARI: preparativos para la fiesta patronal Santa Rosa de Lima

El párroco de la iglesia Santa Rosa, Rubén Dalzotto dijo sobre la santa que “desde muy pequeña unió dos culturas: la española traída por su padre y la indígena de su madre”, dijo el sacerdote y recordó que “tuvo un gran amigo, mulato él y que fuera un gran santo, que fue San Martín de Porres y ambos se dedicaron a amar y ayudar a todos, pero sobre todas las cosas a los más marginales de Perú, a los más excluidos de aquella sociedad de Lima y, sobre todo a los enfermos, y en su solidaridad y su humildad, descubrió el verdadero sentido de la vida”. Dalzotto indicó que en la región “hay una devoción popular por Santa Rosa y por otros santos, la gente concurre a las novenas, pero desconoce totalmente los dones de estos santos y por lo tanto se lleva en sí una fe que puede ser profunda, pero para nada encarnada en la realidad”.
“Si miramos a Santa Rosa, a San Cayetano, a San Ramón o a San Roque, la vida de ellos tendría que sacudirnos profundamente, pero no sólo porque fueron santos, sino por sus ideales y convicciones, en las que fue evidente el espíritu de solidaridad y entrega hacia su prójimo”, indicó agregando: “Defendemos su culto, pero en el quehacer de todos los días sigue en nosotros el materialismo, el individualismo, el no te metas, la falta de compromiso”. Ahondando estos conceptos, Dalzotto indicó que “sobre todo, lo que le falta al hombre de hoy es esa encarnación que aquellos santos hicieron del Evangelio de todos los días; sobre todo ese gran interés por el otro y no sólo en lo religioso, sino también en lo social y en lo político, donde también todos deberíamos estar”.
Finalmente precisó que “Jesús, en un momento de su vida, lloró por Israel, lloró por su tierra, pero nosotros, cuando se habla del tema político, creemos que estamos ante una mala palabra y no sentimos ese dolor y ese sentimiento por nuestro país, cuando el Evangelio lo encarna, lo pide y lo decide”.

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