El origen de lo que hoy moviliza tanto al Estado, como a jóvenes o empresarios puede remitirse a lo que ocurrió hace un par de meses, cuando se pretendió abrir nuevamente uno de los boliches bailables mas conocido de la zona –Brands Hatch- bajo otra denominación y con otros regentes. Según la ordenanza vigente, se le negó la posibilidad de reabrirlo, pues un grupo nutrido de vecinos firmaron para que no se lo haga. De acuerdo a la norma, si un determinado porcentaje de vecinos se opone, no es posible habilitar el comercio. En ese entonces, los habitantes del barrio LOS TRIFOLIOS, donde esta el boliche que iba a llevar el nombre de LMD, argumentaron que venían padeciendo hace tiempo tanto el alto volumen de la música, como los desmanes que se producían a la salida de la discoteca, con gente que orinaba en las casas vecinas, ruidos de motores, gritos o hasta algunos actos vandálicos de diversa índole.
La habilitación se negó y la polémica pareció cerrarse ahí, aunque quedo flotando en el aire la cuestión sobre si lo que ocurre afuera de un boliche realmente es responsabilidad de ese negocio. O si por el contrario, el Estado (municipio, policía) estaban fallando en controlar lo que ocurre en la vía publica o, en su defecto, adentro del lugar donde se realiza el evento, como es el caso del control de los decibeles del sonido.
Pero la problemática volvió a surgir cuando vecinos de otras partes de la ciudad pusieron el acento en lo que ocurre a la salida de los bailes que diferentes agrupaciones estudiantiles realizan en clubes de la ciudad. Mismas quejas: volumen alto y actos vandálicos o, al menos, soeces, por parte de los asistentes a los eventos en cuestión.
Y el tema volvió a generar polémica, cuando la semana pasada el Municipio tomo la determinación de no habilitar a una agrupación estudiantil para que hagan un baile en un club, ya que se estaba a las puertas de comenzar un debate en torno a las ordenanzas vigentes que regulan los espectáculos nocturnos, y esto no llevaría mas de 15 dias.
Casi de inmediato, un número muy importante de jóvenes hicieron sentir su malestar a través de redes sociales o en medio radiales, tal vez, dramatizando un poco una cuestión que el Ejecutivo Municipal había aclarado que era “momentanea”.
Ante esta situación, el intendente se reunió el lunes pasado con estudiantes, padres y asesores por la realización de bailables. “La decisión que he tomado en las últimas horas ha sido generar el debate para entender que tenemos que aprender a convivir en una comunidad”, sostuvo Jose Luis Panozzo. “Vamos a hacer todo lo que esté a nuestro alcance para que siga habiendo bailables y boliches, y esto ya lo he dicho varias veces, siempre existieron los bailables en los clubes y los boliches, no es de ahora”. En relación a los sucesivos reclamos expuestos por vecinos en los últimos meses, Panozzo señaló: “uno de los temas planteados por los vecinos tiene que ver con el interior de los bailables en relación a los altos decibeles, por eso esto también va a estar contemplado en la nueva ordenanza que pretendo tratar con las cuatro bancas que conforman el Concejo Deliberante; y por otro lado lo que quería charlar hoy con ustedes es que tenemos que establecer algunas normas de convivencia para evitar las malas conductas que generan disgusto en los vecinos de los clubes y locales bailables”.
Asimismo, el intendente recalcó que “en lo que respecta a la seguridad puertas para afuera de los bailables nosotros nos comprometemos a aunar esfuerzos con la policía y reforzar los operativos de tránsito; y puertas adentro las agrupaciones organizadoras, las comisiones directivas de los clubes que son las que ceden sus instalaciones y los DJ tendrán que ponerse de acuerdo para ajustar los decibeles de la música que les permitan realizar el bailable sin perjudicar a los vecinos”.
Por otra parte, Panozzo dejó en claro que “de parte nuestra, quiero darles la tranquilidad a los estudiantes, docentes y padres que van a poder seguir realizando los bailables sin ningún problema, pero vamos a tener que hacer un esfuerzo entre todos para ajustar algunas cuestiones”. Para culminar, recordó que “las comisiones de los clubes saben que para poder llevar a cabo un bailable necesitan pedir la autorización al municipio con cinco días de anticipación, porque es lo que dice la ordenanza para que nosotros podamos ir a controlar que estén dadas las condiciones mínimas de seguridad para la realización del espectáculo”.
Al mismo tiempo, en la mañana de este martes, el Concejo Deliberante a pleno se reunió con referentes de clubes o instituciones donde se realizan fiestas. En la reunión, se les contó a los presentes sobre la idea del edil justicialista Bernardo Bohmer, de aprobar un proyecto en el que se suspende por 60 días todo tipo de habilitaciones para las actividades en cuestión, exceptuando la de los bailes en los clubes, pero siempre y cuando la seguridad fuera de los establecimientos corra por cuenta de los organizadores, lo que fue rechazado por los dirigentes y empresarios que participaban del encuentro, habida cuenta del costo que ello implica. Al mismo tiempo, los afectados pidieron celeridad en la resolución del tema, porque los bailes les generan entrada de dinero con el que solventan el funcionamiento de las instituciones.