Desde hace algunos días, se logró que el 100% de los desechos domiciliaros sea trasladado a la Planta de Tratamiento de Residuos Sólidos Urbanos para su reciclaje, y de esta forma prescindir del viejo basural como destino final de los mismos. Sin embargo, aún éste recibe residuos de maderas de aserraderos de la zona, aparte de hojas y ramas que el servicio recolector municipal también se encarga de juntar en diferentes ámbitos de la ciudad. Pero se trabaja en una solución para esto.
Tanto la Directora de Ordenamiento Ambiental, Susana Müller, como el actual encargado de la Planta de Tratamiento, Luis Martins, fueron coincidentes en señalar que “la verdadera ganancia en esto (mas allá de la renta que produce la venta de residuos reciclados) se ve en la victoria contra la contaminación y un avance en pos de la recuperación del medio ambiente”.
Si bien hoy descartes de maderas son llevados al basural abierto, desde el Municipio local se contempla la posibilidad de contar con una “chipera” o “chipeadora”, una maquina que muele la madera y que podría aportar un avance más contra la erradicación del predio. Tras esto, se podrá favorablemente recuperar el terreno.
Actualmente desde el municipio, en este menester, se hacen quemas programadas y controladas de las maderas, pero a veces manos desconocidas incinerar por su cuenta la madera dejada allí. De hecho, en la madrugada del lunes pasado, la ciudad se vio cubierta de una densa cortina de humo que venía de focos ígneos del basural, al que se sumó mas humo que provenía de otro incendio de basura –que vecinos negligentemente prendieron- en una zona de detrás del cementerio local.
Al mismo tiempo, desde la actual gestión tratan de controlar la formación de micro-basurales –producidos por gente misma de la ciudad que indiferentemente arrojan su basura en cualquier lado- en diferentes puntos de la localidad, algo que hasta el momento se les está tornando bastante difícil.
