Luis Pezzini habría matado a su hermano mayor, se presume, con dos disparos el domingo pasado y luego lo habría arrojado a un pozo negro que se encuentra sobre el fondo de la vivienda. Un dato recabado por este medio es que el cuerpo del fallecido no fue mutilado, como afirmaba el rumor que ganó la calle durante todo el fin de semana pasado, a poco de conocerse el hecho.
Ambos hermanos vivían juntos, con el resto de la familia, en una casa ubicada en calle Córdoba entre Estrada y Repetto, no muy alejada de la zona céntrica. El pozo estaba tapado pero igual el cuerpo, en proceso de descomposición, despedía olor, según comentaron testigos.
Según pudo saber DIARIO JUNIO, la denuncia del hecho la habría efectuado un joven de 13 años, integrante de la familia, recién el viernes siguiente, cuatro o cinco días después del suceso. Es que de acuerdo al testimonio de algunos vecinos o conocidos de la familia, el presunto homicida habría tenido “bajo amenaza” al resto de la familia para que no revelaran su paradero. No solo por este hecho, sino que el joven ya tenía pedido de captura por otros hechos.
De hecho, tenía antecedentes por tentativa de homicidio, robo, trafico de estupefacciones y por desordenes en la vía publica. Por este motivo, la Justicia investiga como es posible que el crimen haya pasado “inadvertido” ante el resto del grupo familiar.
El supuesto arma homicida, calibre 32, fue encontrada también, pero aún el rigor investigativo exige que estén terminadas las pericias que determinen que fue efectivamente la utilizada en el crimen.
