Remarcó también que el reclamo argentino es «una cuestión global, porque estamos defendiendo el rol de Naciones Unidas, que parece tener un doble estándar, que depende de si uno es o no miembro del Consejo de Seguridad». Por último, ratificó que el país no reclama que el Reino Unido reconozca la soberanía argentina del archipélago sino que «se sienten en una mesa a conversar», tal como sucedió en 1974, instancia que quedó trunca por la muerte del presidente Juan Domingo Perón y el Golpe de Estado de 1976, por el cual deslindó cualquier tipo de responsabilidad.
La Presidenta llegó a las 9.30 (hora argentina) a la ciudad, donde tiene asiento la sede de la ONU, para participar de una reunión con las autoridades de Descolonización, en lo que significa un hecho inédito tanto para el país como para el organismo por tratarse de la primera vez que un mandatario en ejercicio de sus funciones llegará hasta allí para hacer un planteo formal.
Y anticipó que allí se referirá específicamente «acerca de un caso de anacronismo colonial en el Atlántico Sur: las islas Malvinas, Georgias del Sur y Sandwich del Sur y el área marítima circundante, ubicadas en el extremo sur del continente americano, a menos de 700 kilómetros de nuestras costas, y a 14.000 kilómetros del Reino Unido».