Cristina Fernández de Kirchner sostuvo, al encabezar la cena del Día de la Industria que su presencia, que repitió todos los años, no tiene como objetivo “festejar”, sino “simplemente a reafirmar algo fundamental: apostar a la industrialización de un país es una decisión de carácter político, público y estatal”.
Al encabezar el acto en Tecnópolis, la Jefa de Estado sostuvo que “esto apunta a que país queremos tener, en una sociedad con trabajo digno, registrado”.
La Dijo que aspira a vivir en una sociedad “en la que todos puedan acceder a un trabajo digno, registrado, con salarios que permitan mantener dignamente a sus familias”.
“Aspiro a una sociedad que tenga de todos y cada uno de los que la habitan la vocación del progreso, unida al trabajo”, agregó al tiempo que para eso se necesita también de “del capital”, de “los empresarios con vocación nacional”.
Sostuvo también que el país “necesita empresarios con vocación nacional que inviertan en desarrollo y en tecnología porque ahora la clave es la innovación y el desarrollo tecnológico”.
La mandataria destacó las políticas públicas a favor del regreso de científicos argentinos que vivían en el exterior al sostener que “este Gobierno tomó el desafío de unir la ciencia con el capital”.
Consideró que “la ciencia debe estar necesariamente vinculada a la productividad y que la investigación científica debe estar vinculada al capital y la productividad industrial para avanzar en conocimientos y tecnologías que generen rentabilidad”.
Y en ese sentido, destacó: “Propiciamos la creación de 120.000 metros cuadrados en laboratorios e institutos para el desarrollo de la ciencia. Además creamos nueve Universidades nacionales”.
Por otra parte la Jefa de estado dedicó un extenso tramo de su discurso a la situación del sector automotriz.
Sentenció que “si no se boicotea el plan PROCREAUTO estamos en condiciones de acercarnos a las mismas ventas del año pasado. Parece mentira que la gente quiera comprar autos y determinados empresarios no quieran vender”.
Señaló además que, descontando “la caída que tuvo el complejo automotriz” por la reducción de la demanda externa, “hoy la industria estaría creciendo entre el 1,2 y 1,5 por ciento”.
“Es importante sostener el mercado interno”, remarcó la Presidenta y agregó que debido a “lo positivo que ha sido el plan PROCREAUTO para estimular la demanda interna, determinamos que a fines de agosto se vendieron más de medio millón de unidades”.
En este contexto la mandataria pidió a los empresarios que entiendan que “necesitamos mantener el poder adquisitivo de nuestros trabajadores” para “consolidar” la demanda interna y garantizar el “desarrollo industrial” del país.
“Lo que tienen que entender los empresarios es que necesitamos mantener el adquisitivo de nuestros trabajadores, porque son ellos uno de los componentes fundamentales de este modelo de desarrollo”, dijo la Presidenta al encabezar en Tecnópolis la cena por el Día de la Industria.
En otro tramo de su alocución, la mandataria aseguró que si los argentinos, y sobre todo los empresarios, “decidimos estimular y no boicotear, vamos a tener buenos resultados”.
“Parece mentira que en una sociedad capitalistas, la gente quiera comprar y determinados empresarios no le quieran vender. Esto no habla de una buena actitud empresarial”, remarcó la jefa de Estado quien, además, contó que con esas mismas palabras le había hablado a los referentes de la industria automotriz.
En esa misma dirección aseguró que Argentina no permitirá que las casas matrices de las grandes firmas automotrices trasladen sus crisis a los argentinos.
Cristina Fernández de Kirchner remarcó la importancia de “crear un mercado autopartista nacional fuerte” porque “evitaría mucho gasto en logística a las industrias automotrices” que importan las distintas partes de los automóviles desde sus casas matrices.
Reiteró que “el Gobierno tiene que apuntalar a nuestras autopartistas frente a las terminales con contratos de más larga duración para tomar crédito e invertir en desarrollo e innovación, lo que permitiría tener la autopartista pegada a la línea de producción de las terminales”.
Por otra parte habló de la situación energética y sentenció que es “falso que el estado desaliente la inversión”.
“Se dice que el Estado desalienta la inversión privada. Esto es falso. El 51 por ciento de YPF es del Estado y es la empresa que recibe los capitales externos más dinámicos”, señaló la jefa del Estado.
Sostuvo que “el combustible y la energía tienen que estar al servicio del desarrollo de la industria nacional” y desestimó que la exportación de energía resulte una prioridad; “ningún país puede estar orgulloso de exportar su energía” porque “la energía tiene que estar al servicio del desarrollo nacional e industrial”.
Sentenció que en el mediano plazo el país está “ante la oportunidad histórica de alcanzar al autoabastecimiento energético”.
Destacó que bajo control estatal de YPF “las inversiones en extracción crecieron en un 165 por ciento”, el equivalente a “5.192 millones de dólares” y desde que la dirección de la empresa quedó en manos del Estado se revirtió la tendencia “declinante de la producción”.
Y anunció el envió de una proyecto de ley de hidrocarburos al Congreso “para establecer reglas claras que aliente la inversión”.
“Necesitamos reglas claras para alentar la inversión a largo plazo. Vaca Muerta precisa un aporte de 100.000 millones de dólares. Hace falta proyectar en el largo plazo para recibir capitales”, apuntó la jefa de Estado.
Aanticipó: “vamos a consensuar un proyecto con los gobernadores de las provincias petroleras de Argentina para acordar una ley que conforme a todos”.
En otro tramo de su discurso la mandataria aseguró que quienes defienden los intereses de los fondos buitre “quieren tirar abajo la reestructuración de la deuda” y que Argentina “se vuelva a endeudar”, para condicionar su crecimiento “como fue durante tantos años” en los que el peso de la deuda impedía que el país creciera.
“Vienen por una Argentina que se ha caracterizado por ser distintiva en toda la región”, aseguró la jefa de Estado al tiempo que destacó, por ejemplo, que este país tiene “el segundo yacimiento de gas shale del mundo y el cuarto yacimiento de petróleo shale del mundo”.
Fernández de Kirchner aseguró que “el potencial de la Argentina” en recursos naturales y humanos que “no es potencial para dentro de 20 años, sino para ya, es lo que nos les gusta a algunas potencias del mundo”.
Y exhortó a los empresarios a que “no se distraigan, que no los engañen; que sepan cuáles son la cuestiones que se están discutiendo en el mundo”.
Sobre el cierre dijo que “tenemos el deber de preservar este modelo de industrialziación cuyas cifras son elocuentes”.
Criticó a “quienes quieren instalar la cadena del desanimo nacional” y exhortó a “que esto que hemos logrado se mejore, se acreciente, pero que no se derrumbe”.