Consultada al respecto, la concejal Lía Solís (Frente de Todos), si bien en lo personal manifestó que no ha tenido quejas respecto de las cervecerías, si reconoce que ha visto muchas clausuras en locales como bares y cervecerías por infringir la normativa vigente en cuanto a la capacidad máxima que tienen habilitada. “Incluso ellos pidieron una ampliación horaria que nosotros se las rechazamos y seguimos manteniendo el horario que el Ejecutivo estableció”, dijo. Actualmente deben cerrar a la 1 y querían correr el horario una o dos horas más.
“Constantemente le estamos diciendo a la gente que, como ciudadanos, tenemos que ser responsables en esta situación. Hay actividades que tienen la posibilidad en este momento de estar funcionando y no sería conveniente ni favorable que por un incumplimiento de las normativas tengan que proceder a una clausura o directamente lo que es peor, es que haya contagiados por un exceso de gente o falta de cumplimiento de las normas de seguridad”, dijo Solís. «Quienes somos más jóvenes tal vez no vamos a tener una situación de mayor letalidad, pero sí llevamos el riesgo a nuestros hogares donde sí hay población de riesgo como adultos mayores”, dijo
Al mismo tiempo, remarcó que desde el Ejecutivo se saca a la calle a todo el personal disponible para controlar. En Concordia la situación está medianamente controlada ya que hay pocos casos, pero eso no significa que la ciudadanía se deba relajar. Lo que no hay que perder de vista es que aumente exponencialmente el riesgo, se produzcan muchos contagios y se sature el sistema de salud. Más aún, teniendo en cuenta que el hospital atiende a Concordia y las localidades vecinas como Federación, Chajarí y Federal.
Solís destacó la madurez de los estudiantes quienes vivieron su fiesta sin causar inconvenientes y les pidió a los comerciantes la misma actitud. Y que no se dejen llevar por la avaricia. “El querer ganar un poco más los lleva a cometer estas irregularidades que después los termina perjudicando”, señaló en referencia a las multas y la perdida de días de trabajo por clausuras.
En tanto, Barboza indicó que: “lo que tiene que ver con las fiestas en los bares o en las cervecerías, por suerte, no hemos tenido problemas. Si por ahí tenemos algún problema de horario de los cierres o de gente que está parada en esos lugares”.
“El intendente en persona se reunió con los empresarios del rubro de las cervecerías y les pidió que tomen estas medidas en función de que es una de las actividades que más problemas tenemos y necesitamos que nos acompañen”, recalcó Barboza en declaraciones a Radio Ciudadana (FM 89.7).
Protocolo vigente
Barboza remarcó que el protocolo es muy claro. El decreto Nº 618/20 sancionado en mayo pasado establece que la ocupación de local de atención al público no debería superar el 50 % de la capacidad de cubiertos disponible manteniendo como mínimo una distancia de dos metros con otras personas. Disponer sillas y mesas de los comedores de tal manera que los respaldos de las sillas (ocupadas) estén a al menos 1,5 metros de distancia entre sí.
Además, establece que se deben tomar los datos personales que permitan contactarlo de manera inmediata en caso que se detectaran comensales que dieran positivo de Covid-19 en el establecimiento y que hubieran compartido tiempo de estadía con el viajero, debiendo llevar un registro de clientes que deberán incluir obligatoriamente los siguientes datos: nombre completo, número de documento nacional de identidad, domicilio o residencia actual y teléfono. Asimismo, se prohíbe realizar eventos y encuentros de todo tipo y show en vivo.
De la misma forma, se establece que se debe disponer de alcohol en gel o una solución desinfectante a base de alcohol en todas las mesas. A efectos de evitar la manipulación de papel y otros materiales que puedan propagar el virus, las cartas tradicionales deben remplazarse por cartas virtuales disponibles mediante la lectura de código QR, en el caso de no ser posible prescindir de la carta en papel, las páginas de la misma deberán ser plastificadas para facilitar la desinfección luego de cada uso.
Paralelamente se menciona la necesidad de disponer a un lado de la puerta de ingreso y tanto en el exterior como en el interior, un dispenser de alcohol en gel y expendedor de toallas de papel, así como un cesto de residuos para el descarte de los mismos. Y disponer en el piso del lado exterior del establecimiento a modo de felpudo, de un trapo de piso embebido en una solución de agua con lavandina para que quien ingresa pueda proceder a desinfectar la suela de sus zapatos. Se sugiere la colocación de un segundo trapo, dentro del establecimiento para proceder a una segunda limpieza. Dichos trapos se lavarán cada 8/10 clientes de tránsito o 2 horas (lo que ocurra primero). Y además requerir durante el ingreso y la permanencia de personas el uso de tapabocas que cubra la nariz, la boca y el mentón.
Justos por pecadores
Lapiduz remarcó que las cervecerías fueron las que pudieron capear el temporal mejor que otros rubros porque tienen menos personal dependiente a cargo y como trabajan solamente de noche, las cargas sociales son más chicas y los sueldos son mas bajos. «Eso hizo que las cervecerías tengan menos costo», dijo.
Y fue el rubro, dentro de la gastronomía, que reflotó casi de inmediato empujado por la gente joven, la franja etárea que menos miedo tiene frente a la pandemia pero la mas reacia a adoptar las medidas de protección. «Van de 18 a 28, a 35 años y la gente joven le da para adelante. Se activaron casi de inmediato y hoy son los unicos negocios gastronómicos que están trabajando bien», dijo Lapiduz. En cambio, a un restaurante la gente mayor no concurre o quienes tienen hijos lo hacen ocasionalmente dado que tienen temor.
Pero no todas las cervecerías trabajan en comunicación constante con la Asociación Hotelera. Las que sí lo hacen, respetan el protocolo. Y mencionó el caso de una cervecería de calle Urquiza, casi Espejo. “Es una cervecería que la primera semana no sabía realmente como laburar y tuvo un apercibimiento del municipio. se comunicó con nosotros, trabajamos conjuntamente los protocolos y es una de las cervecerías que trabajan perfectamente”, dijo.
Pero hay otras que de alguna manera no respetan la capacidad máxima permitida, en mayor medida, y el horario, en menor medida, recalcó Lapiduz. “Somos tolerantes y entendemos la situación, pero lo vemos que complica a todo el sector porque las medidas se cortan en forma lineal. Y sucede que quizás, por estos establecimientos que no cumplen, otros como restaurantes y pizzerías o bares pagamos cuando hay medidas de volver para atrás”, sostuvo.
«Creemos que hay que sumar pasos para ir para adelante. Y eso se hace conjuntamente y nadie tiene que salir porque la idea es que a todos nos vaya bien», remarcó. Lapiduz, dueño de un restaurante, dijo que a él también le ‘encantaría’ poder meter un 20 % de concurrencia al local. Pero es consciente de que si se llegase a originar un problema, lo perjudicaría a él y, eventualmente, a los demás. «Esa no es la idea» dijo.
Lapiduz señaló que hacen campañas desde la AHGC y llega a todos lados. Pero ‘sino hay un feedback del otro lado’, tampoco se pueden meter porque «los negocios son privados». «Ya mucho no podemos hacer y eso queda en manos de las autoridades», señaló.
«Es una pena porque en Concordia no hubo situaciones graves pero si en una cervecería se contagian 100 personas, ojalá no suceda, va a pasar a mayores. Todos van a decir ‘¿Como pueder ser?’ Todos queremos laburar más; ir para el mismo lado y todos queremos que esto se termine lo más rápido posible», dijo el representante de los hoteleros.