El plazo por el que son inhumados en ese sector es de cinco años como mínimo. Pero el plazo puede ser mayor. Es que las bolsas estancas donde los cuerpos son depositados demoran entre 20 y 25 años en disolverse.
No obstante, Otaegui dijo que los familiares pueden optar por cremarlos o llevarlos a un nicho. De hecho, llevaron a nichos en dos oportunidades ante el pedido de las familias de los fallecidos, aunque hicieron las averiguaciones previas antes de contestar a la solicitud. “Si solicitan nichos, les proveemos de nichos también. Eso lo decide la familia”, dijo. Y sostuvo que no hay ningún protocolo a nivel mundial que prohíba llevar los cuerpos a los nichos, aunque lo recomendable es cremarlos. “Pero si la familia no tiene los medios o quieren que vayan a tierra, respetamos la voluntad de la familia”, dijo.
La decisión de disponer de un sector especial debido a la patología que han fallecido la persona no se aplica exclusivamente desde ahora por la aparición de la pandemia. Otageui explicó que a los decesos por VIH también se los inhuma en tierra en un lugar aparte por un plazo de 25 años. Se aplica cuando las autoridades del Cementerio se enteran de la causa del fallecimiento pero hay ocasiones en que no saben.
En cuanto al funcionamiento del Cementerio, dijo que abre de lunes a domingos de 9 a 17 y los empleados solo realizan servicios esenciales. Si deben realizar un servicio por una persona fallecida de Covid, los empleados tienen los elementos de protección: mamelucos, pantallas, guantes, máscaras con filtros, etc. “Les proveemos de toda la vestimenta que necesiten”, dijo.