En este último año hemos visto fuertes inversiones de recursos públicos para la pelea de Jésica Bopp, para sostener el costoso equipo de básquet de Estudiantes y para el armado del campeonato argentino de Básquet; la verdad es que creemos que hay que cambiar el sistema, basándolo en orden de prioridades que ponga en el tapete las necesidades de inclusión social, de desarrollo humano de una parte importante de los concordienses.
Hoy en día una tercera parte de los concordienses no tiene acceso a los clubes. Son justamente los sectores sociales más vulnerables los que mas precisan de los clubes, en la reconstrucción del tejido social de nuestra ciudad. Es decir, en aquellos sectores en donde los clubes cumplen una función social mucho más importante.
Si algo ha caracterizado siempre al peronismo ha sido el desarrollo del deporte como herramienta de base, de desarrollo humano e inclusión social. No puede ser que haya personas como el Chueco Goya que forma e incluye y desarrolla a 300 chiquilines, con menos recursos de lo que vale una estadía para un plantel de básquet.
Si uno se pregunta qué dejó y qué se llevó Jésica Bopp en Concordia y qué es lo que dejan los dirigentes deportivos barriales, no hay comparación. Aún subsiste una parte importante de Concordia que no tiene acceso a un espacio de sociabilidad como un club. Me parece que hay que pensar en esos gastos, pero una vez que logremos garantizarle a cada concordiense la posibilidad de acceder a un club. Y recién después invertir en espectáculos de entretenimiento. Si los tiene que hacer un empresario del deporte, adelante, que lo haga. Pero el Estado debe priorizar el apoyo a los clubes, esto debe ser un derecho, no un privilegio. Y no nos olvidemos que una de las funciones mas importantes que cumplen estos espacios, mas allá de sus actividades deportivas, es la formación a los gurises, ya que ahí también se aprende a compartir, a dejar el individualismo y a luchar en conjunto, se toma un sentido de pertenencia, de cuidar, de ver que las cosas son comunes, que tenemos un lugar y lo compartimos con una comida, y que el ultimo apaga la luz. Puede que sean palabras sencillas, pero con una enorme capacidad de construcción de ciudadanía.
Y es acá donde tiene que estar el Estado municipal con una participación muy fuerte, no debe mantenerse al margen de la vida de los clubes, creemos que debe hacerlo y hacerlo bien, en forma eficiente y organizada. Por eso estamos promoviendo una fuerte inversión de recursos humanos en los clubes, profesores de educación física, kinesiólogos, contadores, nutricionistas y abogados, que tengan un efecto dinamizador de la actividad propia del club, en vistas en que logren desarrollarse de un modo sustentable y genuino.
Creemos que rinde más asistir a los clubes con recursos humanos, que con aportes dinerarios. Creemos que hay que abrir el debate sobre el derecho a tener un club que debe tener todo chico. Es preciso que el sector público tome una propuesta de debate como enriquecedora para la ciudad, que tome la posta y lo promueva, inclusive como herramienta de gestión. A nivel nacional se utiliza el debate, pero de un modo positivo, hay que seguir ese ejemplo».
Desde Cedesco reconocemos el muy buen trabajo que han desarrollado tanto Cafesg como la municipalidad en sus gestiones, inclusive en el deporte, pero creemos que no hay que tenerle miedo al debate. Hay que tomar esta propuesta como un aporte a la gestión, como una parte de una construcción social, hacia una sociedad con una identidad, propia y justa. Esperamos que las organizaciones sociales y políticas también hagan sus aportes.
