Según la información publicada en el Semanario Análisis, serán 12 testigos que están citados a declarar, a partir del lunes, en el juicio oral y público contra el ex vicegobernador e intendente de Santa Elena, Domingo Daniel Rossi (PJ), denunciado por ese semanario en 1997. Entre ellos se encuentran su ex esposa, Isolina García, y algunas de las personas consideradas testaferros del ex hombre fuerte del bustismo en los fines de la década del 80 y principios de los 90.
El juicio se iniciará el lunes, a las 9, oportunidad en que la audiencia únicamente servirá para la lectura de la requisitoria fiscal (un total de 31 páginas) y el imputado Domingo Daniel Rossi tendrá su oportunidad de declarar, lo que, en principio, concretaría en tal instancia. Aunque resulte extraño, no habrá debate oral y público el martes 30 y recién se pasará para el miércoles a las 10.30. Allí declararán:
TESTIGOS
Según el semanario, aparecen como testigos :
**Julio Budasoff, conocido contador público paranaense propuesto por la defensa de Domingo Rossi para que explique los ingresos y egresos del actual intendente en los últimos 15 años. El cuestionado profesional tiene actualmente una denuncia civil por la quiebra fraudulenta del Frigorífico Don Carlos, de Viale, y está también rozado por la quiebra del Supermercado Amigos SA. En los últimos años tuvo varias investigaciones de la Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP) por supuestas irregularidades.
**Ex esposa de Domingo Daniel Rossi y empleada pública. Fue quien denunció ante el semanario ANALISIS, en 1997, la existencia de cuentas en el Uruguay, que estaban a su nombre. El 30 de junio de 1997 la esposa de Rossi fue hasta la calle San Martín, en Capital Federal, y en el edificio Argengroup ubicó la sede del Banco Surinvest, donde había una cuenta a su nombre, que ella desconocía.
Allí recibió un fax proveniente de la casa central en Montevideo, en el que se resumía la evolución de la cuenta 5508247, de la que en ese momento se enteró que era titular. Ese resumen provisorio fue emitido desde el teléfono correspondiente al área de Inversiones del Surinvest de Montevideo y acreditaba el movimiento de fondos por alrededor de 1,4 millones de dólares. El saldo indicaba la existencia de 10.000 dólares que la esposa de Rossi extrajo inmediatamente. El 12 de setiembre de ese mismo año, García fue hasta Montevideo y obtuvo resúmenes de cuenta -sin membrete del banco- desde enero de 1996 a esa fecha del‘97.
En ellos se indicaba que la cuenta había sido cancelada el día 10 de julio de ese año por otra persona –exactamente a escasos días de la publicación del semanario-, ya que García no dio ninguna orden al respecto. La correspondencia entre los resúmenes y la realidad era notable, al punto tal que en la hoja de junio aparecía la extracción de García por 10.000 dólares. Isolina García dijo que viajó en dos oportunidades a Paysandú acompañando a Rossi, cuando aún eran pareja, pero su ex marido utilizaba un plan: siempre la dejaba en el auto estacionado, a tres cuadras de la sede del ING Bank, otra de las entidades donde tenía cuentas el ex vicegobernador. Isolina García volvió a ese banco el 1º de julio de 1997. La atendió un abogado llamado Carlos Alfonso Granpin. Le pidió los documentos, hizo unas consultas y después le dijo: «Señora, en este banco usted no existe; no está registrada». Isolina pidió que le hicieran una fotocopia al DNI y le indicó: «¿Pueden dejar constancia en algún lado de que estuve aquí?». Granpin no respondió. Isolina dio media vuelta y se fue. Los dos sabían de lo que estaban hablando. La mujer tenía las tarjetas de Marcelo Notte -de Paysandú- y de Rosa Guevara -de la sede en Buenos Aires, ubicada en calle 25 de Mayo 140, séptimo piso-, que se las había encontrado a Rossi y eran sus contactos en el ING.
**Ana Yolanda Pemayón. Ex esposa del fallecido Carlos Neumann, histórico abogado de Rossi y muchas veces considerado testaferro del ex vicegobernador. Murió el año pasado, tras llevar buena parte de la causa que hoy llega a juicio oral. Acompañó a Isolina García a denunciar el caso ante el semanario y fue quien siguió adelante con la denuncia, después de que la ex esposa de Rossi recibiera fuertes presiones para quedar a un costado. Incluso, entabló una querella a Rossi por las graves acusaciones públicas que le hiciera el dirigente del PJ y se la ganó en la Justicia entrerriana. Dejó de vivir en Santa Elena hace pocos años y ahora reside en Paraná.
Día de jueves
El jueves 1º de junio serán cinco las personas que se presentarán a declarar ante el tribunal. Son los siguientes:
-Sergio Gómez. Ex periodista del semanario ANALISIS. Fue quien escribió los primeros artículos con la denuncia de la ex esposa de Rossi e incluso la acompañó al Uruguay cuando Isolina García acudió a los bancos. Demostró con documentación cada una de las denuncias periodísticas realizadas, que derivaron en la causa judicial por enriquecimiento ilícito.
-Gualberto Garamendy. Ex cajero bustista, oriundo y residente en Concordia. Tuvo a su cargo –junto a Oscar Horacio Mori- el manejo de los dineros de las campañas proselitistas de 1987, 1989 y 1991. Cuando Rossi hizo por escrito la justificación de sus gastos, dijo que en las campañas proselitistas de 1987 y 1989 del PJ había recibido, de parte del empresario Gualberto Garamendy, 150.000 y 200.000 pesos-dólares, como aportes, que quedaron a su «disposición». Rossi pidió que se citara a declarar a Garamendy para corroborar tales situaciones. El empresario concordiense concurrió al Juzgado de Instrucción de La Paz, dijo que efectivamente se habían hecho aportes para la campaña, pero no pudo recordar si los montos fueron 100.000 o 200.000 pesos, ni en qué épocas se hicieron. No obstante, acotó que nadie estaba autorizado a quedarse con los dineros de la campaña. A su vez, mencionó a cada uno de los denominados «cajeros de campaña» del PJ en los departamentos de la provincia, como para que la Justicia corroborara lo que estaba diciendo sobre la supuesta «amplia disponibilidad» de fondos a la que hacía referencia Rossi. Sostuvo además que nunca se autorizó a ninguno de los candidatos a que se quedaran con los fondos. “Y generalmente no quedaba ni un peso”, acotó.
