Se desarrolló la última audiencia del área Concordia antes de la feria judicial, si bien aún resta la inspección ocular del Regimiento de Concordia fijada para el jueves próximo donde también se tomara declaración al Presbítero Andrés Sevín y al testigo Hermosid. Cabe señalar que aún están pendientes los testimonios de Héctor Amarillo y de José Moledo que deben ser reprogramados.
En este tramo de la causa “Haguindeguy y otros” se están investigando puntualmente el accionar de las fuerzas de seguridad y su responsabilidad en la desaparición de Sixto Zalasar (obrero ferroviario, desaparecido el 26 mayo de 1976), Julio Solagas (estudiante universitario y empleado privado, desaparecido el 22 de noviembre de 1976). Por estos hechos hay solo dos imputado Albano Harguindeguy (Ministro del Interior de Videla) y Naldo Miguel Dasso (quien en 1976 era jefe de Regimiento de Concordia). Cabe destacar que Genaro Díaz Bessone, jefe del Comando del segundo Cuerpo del Ejército hasta octubre de 1976 y ex ministro de Planificación de Jorge Rafael Videla fue aparatado de la causa por una decisión de los magistrados teniendo en cuenta pericias médicas y que en la audiencia de hoy se volvió a hacer un repaso pormenorizado del estado de saludos del ex militar con el fin de ver si su salud ha mejorado al punto de permitirle participara físicamente de las audiencias.
Parodi: “En las detenciones participaban elementos de todas las unidades”
El primero en declarar ante el Tribunal encabezado por la presidente Liliana Carnero fue Dardo Parodi. El testigo dijo que en 1976 ocupaba el cargo de Teniente Primero, como jefe de Escuadrón de Tiradores B del regimiento de Concordia, lugar que ocupó durante cuatro años.
Ante la pregunta de la fiscalía de si en aquellos años hubo detenidos alojados en el Regimiento Parodi respondió que: “En mi escuadrón no, en el regimiento sí” y al respecto continuó con su relato “Recuero que el 24 de marzo fuimos citados de manera urgente al cuartel.
El jefe nos dijo que el Ejercito ha tomado el Poder Ejecutivo Nacional y que había alrededor de 30 personas que debían ser detenidas y puestas a disposición de Poder Ejecutivo”.
El testigo dijo que para realizar esta tarea se formaron Comisiones de las cueles él nunca participó.
Parodi afirmó que las mayoría de las detenciones se produjeron ese mismo días y que los presos fueron alojados en una “cuadra que estaba desocupada”, donde pasaron “un lapso breve, una semana más o menos”.
El testigo no precisó en qué consistía la orden de “poner a disposición”, sólo dijo que “fueron alojadas”. Además, recalcó: “No tuve conocimiento de que hayan recibido malos tratos o que se las haya interrogado”.
Continuando con las preguntas por parte de la fiscalía se le pregunto a Parodi como se desarrollaban y quienes participaban de los operativos de detención: “lo operativos se hacían durante el día, es más la lista de los que debían ser detenidos fue publicada en los diarios de Concordia y varios de los detenidos fueron visitados por sus familiares”.
El testigo dijo no saber que pasó con los presos luego de su estadía en el regimiento, además dijo que el resto las fuerzas de seguridad dependían de las órdenes del jefe de Regimiento, o sea, de Miguel Dasso, el único imputado que sigue el proceso desde la sala de audiencia. Al respecto mencionó “no tengo conocimiento de si el jefe se reunía con otros integrantes de otras fuerzas. Pero si se que en lo que corresponde a la lucha contra la subversión la Policía y la Gendarmería operaban bajo las ordenes de Ejercito” dijo el ex teniente primero.
Con Respecto a la desaparición de de ex conscripto Pappeti, quien fuera sacado de la formación militar y nunca más visto por su familiares, Parodi dijo “fue una noticia importante en el Regimentó. Pertenecía al Escuadrón de Tiradores Blindados A, yo era jefe del B “.
En este tramo volvió a hacer referencia a la ilógica historia de la fuga de Pappeti cuando era trasladado de Concordia a Paraná por tres custodios, engrilletado y encapuchado.
Parodi dijo haber tomado conocimiento sobre la desaparición de Zalasar y Solaga tiempo después por los medios de comunicación.
Jorge Echeverría: la paradoja de un militar que integraba el área de Inteligencia pero no hizo inteligencia
Según sus propios dichos Jorge Echeverría formaba parte de la plana mayor del Ejército en 1976 e integraba el área de Inteligencia. El testigo ratificó lo dicho por Parodi con respecto a las más de 30 detenciones que se produjeron inmediatamente después de producido el golpe. Sin embargo, añadió que “días posteriores”, las personas privadas de su libertad “fueron trasladadas a otra dependencia”, aunque no supo precisar a dónde.
Cuando se le pregunto qué funciones cumplía el área de Inteligencia a la que el pertenecía dijo: que entre otras funciones, tenían un mapa de meteorología, “enemigos potenciales que eran países vecinos como Paraguay, Brasil y Chile”, y que llevaban a cabo un registro fotográfico para armar un álbum. A lo que el Fiscal José Cnadioti le dijo si no recababan información de sindicalistas u otras actividades políticas. A lo que el testigo respondió de manera negativa y dijo que el área de Inteligencia que tenía a cargo no se comunicaba con Inteligencia de otras fuerzas.
Con respecto a la desaparición de Pappeti el testigo apunto directamente contra Dasso “el Jefe de Regimiento nos dijo que Papetti se fugó, pero no me consta”, y continuó “el dio la orden porque era la máxima autoridad y nadie pudo haber ordenado la detención del soldado si no era el Jefe de Regimiento”, completó.
Ante la pregunta de si conocía los motivos por los que Pappeti había sido detenido respondió: “La detención fue porque estaba relacionado con actividades subversivas. A esa información se la pasaron desde el Comando Paraná a Dasso”.
Al igual que su ex compañero dijo no saber nada sobre las desapariciones que se están investigando y que solo tomo conocimiento de estos hechos por los medios.
Peritos de la Corte Suprema de Justicia: se pueden observar leves mejoras en la capacidad psíquica de Bessone
Luego de reiterados problemas técnicos se logró establecer la video llamada como los peritos médicos que se encontraban en Buenos Ares.
De esta manera el psiquiatra Toro Martínez, la psicóloga Mónica Herran y la médica forense Celminia Guzman.
Los profesionales concluyeron que el represor presentó una “leve mejoría” en este último tiempo. “Está en la funcionalidad psíquica. Tiene una grave dificultad visual y auditiva, pero cuando le hice la entrevista eso no fue un impedimento. Lo interpelé y él respondió por lo que pude apreciar una mejoría que se manifestaba en su competencia para ubicarse como sujeto histórico, y sobre las cuestiones vinculadas a su función pública”, resumió Martínez.
De todas formas también se hizo referencia a que su capacidad de atención es reducida, “de entre 20 o 30 minutos” y también que sufre una sordera casi total de un oído por lo que hay que hablarle de manera pausada y con un tono alto del lado izquierdo. Tiene gran dificultad para ver y escuchar. Más allá de la leve mejoría, tiene síntomas nuevos, entre ellos, un enlentecimiento motor. Y cuando se le hacen preguntas reacciona con una expresión de sorpresa y perplejidad. Lo que puede estar asociado al problema auditivo”, aseveraron.
Luego de este repaso por parte de los peritos con respecto al estado de salud de Bessone, centrando el eje de análisis en la posibilidad en que se lo reincorpore a proceso se queda a la espera de la decisión que en última instancia depende del Tribunal.