En la causa que continuó hoy si investigan delitos de lesa humanidad cometido la última dictadura cívico militar en tres localidades de la provincia: Concordia, Gualeguaychú y Concepción del Uruguay. En esta parte del proceso se investigan puntualmente los casos de las víctimas Sixto Zalazar (obrero ferroviario, desaparecido el 26 mayo de 1976), Julio Solaga (estudiante universitario y empleado privado, desaparecido el 22 de noviembre de 1976) y Juan José Durantini detenido ilegalmente.
El centro clandestino de detención funcionaba principalmente en el Regimiento de Caballería y los imputados son Albano Harguindeguy, Ministro del Interior de Videla (quien por primera vez en la historia se encuentra procesado) y Naldo Miguel Dasso, jefe del Regimiento de Caballería de Tanques 6 Blandengues.
Testimonios
Esta mañana se presentó ante el TOF el ex gobernador Jorge Pedro Busti, en el marco de la mega causa denominada “Harguindeguy y otros”. Según el propio Busti, quien acudió al Tribunal acompañando por familiares y por militantes del Frente Entrerriano Federal, esta es la primera vez que cuenta estos hechos dentro de un marco jurídico.
A lo largo de su testimonio, que duro más de dos horas, no solo hizo referencia a su detención, sino que repasó cuáles eran sus actividades previas y posteriores al gobierno militar.
Busti precisó que fue secuestrado en su casa de calle Pellegrini en Concordia, la noche del 10 de febrero de 1977, por personal del Ejercito. “una noche, como a las 1:30 de la madrugada, me golpean la puerta y me dicen, `abrí la puerta o te la bajamos en dos minutos`. El testigo cuenta que al salir ve a personal del Ejército que lo encapucha, lo golpea y lo introducen en el baúl de un auto. En el momento de su detención también se encontraba en su casa su mujer que estaba embarazada de ocho meses, quien fue golpeada por personal del operativo.
Continuando con su relato el ex gobernador dijo que luego de que lo subieran al auto lo pasearon un largo rato hasta que lo llevaron al Regimiento, donde estuvo dos días detenido, para luego ser trasladado a la Central de Policía donde paso diez días privado de su libertad en un calabozo. Busti también contó que cuando Campbell, jefe de la policía, lo llamo para darle la libertad le dijo que él quedaba en libertad pero que se quedaban con su documento por orden del Área 225 y que todos los sábados debía presentarse en el destacamento.
El personal del ejercito que quedo es su casa le reviso todo de manera muy violenta “me levantaron el piso y me robaron libros” relató.
Busti cuaeta que él trabajaba en el Poder Judicial en ese entonces y que el día antes de su secuestro había ocurrido un hecho que le había generado sospechas.: “El día anterior a mi detención, estaba en el Juzgado y una puerta que siempre permanecía abierta se cerró cuando llegó el allegado de la Secretaría de Inteligencia del Estado (Side), Tomás Sousa Moreyra. Rovira la cerró”. El ex mandatario dijo que se sabía que Moreira era “un gran botón”.
En ese entonces, Busti se desempeñaba como secretario en el Juzgado Civil y Comercial de Concordia, a cargo del juez Oscar Rovira, quien se negó a atender a sus familiares cuando éstos quisieron pedirles que intervenga ante su detención.”Mi mujer fue a tocarle el timbre a la casa y el no la quiso atender”.
Busti dijo que los dos días que paso en el Regimiento no sufrió torturas físicas pero si fue interrogado de forma violenta con constantes insultos. En este punto mencionó a Juan Ignacio Alemán, Horacio Alberto Goris y Gonzalo López Belsué, como quienes realizaban los interrogatorios. Busti dijo que reconoció a estas personas porque tiempo después se los cruzo y pudo reconocer sus voces. En este tramo también mencionó que en cautiverio en el Regimiento no vio otros detenidos, ni escuchó gritos producto de torturas.
En otro tramo de su testimonio contó que en diciembre 1977, fue convocado por el ahora imputado Naldo Dasso, que en ese entonces era Jefe del Área 225 del Ejército, con asiento en Concordia. El ex gobernador relató que en esa oportunidad, Dasso lo atendió con un arma sobre el escritorio y una parva de cartas junto a la misma. “Me dijo que él era dueño de la vida y la muerte de todos los que se encontraban bajo el Área 225. La próxima vez que aparezca tu nombre, no voy a responder por lo que te pueda pasar” refirió el testigo.
Busti contó que tiempo después se entero que había sido dado de baja en el Poder Judicial el día después de su detención. “El otro día la hablé a Pañeda (Leonor, actual presidenta del STJ) para que me den el reconocimiento de servicio. Según lo que me entregaron, me dieron de baja el 11 de febrero del 77” mencionó.
Al cierre de su declaración el ex gobernador se dirigió al único imputado que se encuentra en la sala de audiencia, Naldo Miguel Dasso y le dijo “Dasso tiene que hacer algo, les mintió mucho a los familiares de Papetti, Solaga y Zalasar. Tiene que decirles dónde pueden llevarles una flor, ese acto de dignidad lo va a reivindicar como ser humano”.
Bernardo Salduna, Vocal del Superior Tribunal de Justicia.
En su testimonio Salduna hizo referencia a su intervención como abogado en el caso del secuestro y desaparición de Julio Solaga, producido el 22 de noviembre de 1976. “Hasta donde recuerdo en aquella época me visitó Jorge Wilson y me contó que dos días antes, él se encontraba con Julio cuando aparecieron tres personas que se identificaron como Policías de la Provincia. Les pidieron el DNI, les dijeron que no lo tenían. Pero cuando Julio se identificó, lo agarraron y le dijeron que estaba detenido”, refirió el testigo.
Continuando en su declaración Salduna dijo “fuimos a la policía (con Wilson) y nos dijeron que ellos no tenían nada que ver. Pero extra oficialmente, un oficial que yo conocía me dijo `esto es un operativo de los verdes`”.
El testigo refirió que luego de eso pidieron una audiencia con Dasso, pero fue rechazado su pedido. “Con quien si me entreviste de las fuerzas militares fue con “el Negro” Orieta. Me dijo que el Ejército no tenía nada que ver con eso, que probablemente se trataba de una venganza interna entre los subversivos. Le respondí que si era subversivo había que darle amplia difusión y denunciarlo. De inmediato me transmitió otra idea, que eran grupos de tarea y actuaban con autonomía”, contó el vocal del STJ.
Salduna cuenta que el habeas corpus por Solaga fue presentado un año y medio después de que ocurriera la detención y al respecto explicó: lo aconsejable era presentarlo inmediatamente después del hecho, pero los militares les decían a los familiares que antes averigüen primero, porque podía ser hasta perjudicial para los detenidos. Otra de las cuestiones que me referían los familiares es que no era fácil encontrar abogados que quisieran redactar un habeas corpus”, señaló.
El abogado refirió que en aquellos años todos los recursos emprendidos tenían resultado negativo y eso sucedía en todo el país, por lo que una vez decidieron hacer una presentación conjunta a la Corte Suprema. “El Poder Judicial de la Nación instó al
Poder Ejecutivo Nacional (PEN) a que dé respuesta ante esas inquietudes”, añadió.
Ya al cierre de su declaración Salduna contó que conoció personalmente al Jefe del Área 225, Naldo Dasso, porque mientras era secretario del Colegio de Abogados, su compañero Julio Meirama había sido detenido. “Fuimos a ver a Dasso. Le preguntamos los motivos y cuál era la situación de Meirama. Recuerdo que me dijo: ‘ustedes piden por la libertad de algunas personas y otros piden que los maten’. Otro nos dijo que Meirama era el abogado de los subversivos.” Es lo que le había dicho en aquella oportunidad Dasso a Salduna.
Al poco tiempo, Meirama fue puesto en libertad. “Corrió el rumor de que lo iban a volver a detener y se suicidó”, lamentó.