Eso publicó el medio. Fin de la historia (5 años después y una elección perdida). Faltando una semana para las elecciones a gobernador, Aníbal Fernández debió ir a las urnas enfrentando las acusaciones mediáticas, todo a pesar de que las incriminaciones provenían de un preso y un ex policía sentado en el living de Elisa Carrió.
Martín Lanatta, condenado por el triple crimen de General Rodríguez, lanzó afirmaciones que luego su abogado desmintió, y el otro, José Luis Salerno, que se desdijo en la Justicia. Una operación sucia para ir contra un candidato político.
Como se pregunta Macri, ¿queremos República o republiqueta?