Rafael Lajmanovich, investigador de la UNL especialista en Plaguicidas hizo referencia a la polémica que desató un estudio de su autoría que indaga el desastre que genera en el ecosistema el uso de agroquímicos. El catedrático y el grupo de trabajo que dirige, está abocado desde hace muchos años al tema del impacto de los agro-ecosistemas sobre la fauna silvestre.
Lajmanovich también sostuvo que se trata de evaluaciones de tipo integral que no sólo incluyen a plaguicidas sino la degradación del hábitat en general y todo lo que hace al ecosistema, luego de que un agroecosistema se instala en él. Reveló además que “los plaguicidas son una de las causas que producen muchísimos problemas en la fauna silvestre, entre ellos, distintos tipos de malformaciones en animales”.
A raíz de las declaraciones del investigador de la Universidad del Litoral, UNO se comunicó con la doctora Adriana Manzano, responsable del área de Herpetología del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (Conicet) y docente de la cátedra de Embriología y Anatomía en la sede Diamante de la Uader, para interiorizarse respecto de las investigaciones que se están llevando a cabo en Entre Ríos.
La profesional relató que en la Provincia se lleva adelante hace años una investigación de la población de anfibios en el Parque Nacional Pre Delta y los territorios aledaños, en su mayoría destinados al cultivo de soja y otras plantaciones.
Confirmó que “se han encontrado deformidades en los anfibios y es, justamente, una tesis doctoral de una alumna saber si este fenómeno está relacionado con los cultivos”, dijo y añadió: “Las poblaciones que se han encontrado con deformaciones o con algún problema morfológico, coincide que han estado en el lugar donde se realizan los cultivos”.
Acerca de la investigación que llevan adelante desde el Conicet comparó que “el doctor Lajmanovich investiga por medio de la sangre de los anfibios y la investigadora que está haciendo la tesis doctoral aquí estudia principalmente la anatomía de los órganos reproductivos de estos animales y encontró problemas en el aparato reproductivo”.
La doctora alertó que “el tema es preocupante porque éstos (los plaguicidas) deben impactar por igual a cualquier organismo vivo, no sólo a los animales”. Y, en ese sentido, citó un trabajo hecho por el profesor de Embriología e investigador del Conicet de Rosario, Andrés Carrasco, “en el que prueba fehacientemente que el glifosato produce deformaciones, muerte y problemas reproductivos”.
“Si bien no se puede culpar directamente a los plaguicidas pueden formar parte de los factores negativos, y hoy la realidad muestra que hay una epidemia de casos de cáncer, por ejemplo. Si estamos probando que afecta a un organismo vivo, entonces tendrían que realizar un control intensivo del uso de plaguicidas”, dijo.
Lajmanovich evitó ahondar en la afectación que puede tener esto sobre las personas argumentando que “extrapolar resultados es aventurado” determinó que “se supone que cuando se estudian animales considerados como indicadores ambientales, uno de los objetivos es alertar sobre lo que podría suceder eventualmente en poblaciones humanas”.
En cuanto a su estudio, el profesional aclaró que “en 2003 trabajamos con el glifosato, hicimos algunas publicaciones y evidenciábamos algunos de los problemas que causaban en el sistema esquelético de anfibios anuros”.
Incluso mencionó la disminución de la población sapos y ranas que se observa en algunos hábitat donde, hasta hace poco, se contaban por varios cientos. “Lamentablemente es una apreciación que casi podemos dar por cierta. El fenómeno de la declinación de anfibios se observa en todo el mundo y es multicausal, pero uno de los orígenes de esta disminución es el uso de agroquímicos” afirmó.