Existen profundas diferencias entre nuestros países que no van a desaparecer, tenemos concepciones distintas sobre muchos temas, como los modelos políticos, la democracia, el ejercicio de los derechos humanos, la justicia social, las relaciones internacionales, la paz y la estabilidad mundial", enumeró Castro, pero destacó su "predisposición para mantener el diálogo". "Debemos poner en práctica el arte de la convivencia civilizada, aceptar y respetar las diferencias y no hacer de ellas el centro de nuestra relación", explicó.
Raúl también contó que, a pesar de no tener tiempo, buscó plantearle al mandatario estadounidense su preocupación "por la situación de desestabilización que se intenta realizar en Venezuela".
Obama fue recibido con honores militares en el Palacio de la Revolución. Una banda militar tocó el himno de Estados Unidos en la sede presidencial cubana en honor al huésped. Castro saludó a su homólogo con un caluroso apretón de manos.
El estadounidense había depositado antes una ofrenda floral ante el héroe nacional cubano José Martí en la vecina Plaza de la Revolución, de acuerdo al protocolo diplomático habitual en la isla. Luego Obama se saltó sorprendió cuando pidió a su equipo que le tomaran una foto con la efigie del Che Guevara a su espalda, algo poco habitual es ese acto solemne.