Caso Schiavo: a pesar de los años transcurridos, la madre sigue esperando Justicia

“Hoy retomamos otra vez todo. Inclusive de buenas a primeras fui llamada a declarar porque no estaba citada”, explicó la madre de Flavia. No obstante, a pesar de no perder la fe, la mujer dijo que pasaron muchos años. “No soy de ilusionarme mucho ya porque son doce años de estar padeciendo, preguntando, pidiendo que se constituya el tribunal que pongan fecha”, dijo. En tal sentido, los testigos que pasaron hoy señalaron a los jueces que no se acuerdan o que pasó mucho tiempo. “Pero vale el testimonio escrito que se hizo en aquel momento que es mucho más detallado”, dijo.
Los magistrados le preguntaron a Corazza porqué su marido y su hijo encontraron las pertenencias de la joven a 24 horas de su desaparición en un terreno aledaño que lleva al balneario Banco Pelay. “Era porque buscábamos en cuanto rincón se nos ponía en mente alguno, ya íbamos”, explicó. Los padres hallaron un paquete de pañuelos descartables, la cartera y una agenda. “Como que fueron tiradas al voleo y se desparramaron”, indicó Corazza.
Entre la desaparición de Flavia y el hallazgo de su cuerpo transcurrieron 48 horas. Flavia desapareció un jueves, poco antes del mediodía. “La empezamos a buscar esa tardecita noche. Se le dio aviso a la Policía pero no la buscaban”, recordó la mujer. El viernes encontraron los efectos personales y una jueza ordenó que se utilicen perros rastreadores. Los canes iban desde el lugar del hallazgo hasta un puentecito camino al Banco Pelay. “No retomaban para otro lado, como que Flavia estuvo ahí, fue levantada en un auto”, dijo Corazza.
Al día siguiente, un sábado, la Policía recibió un aviso sobre la aparición de un brazo en la parte trasera del predio que pertenece al club Atlético Uruguay, cerca del Parque de La Ciudad. En esa zona había sólo caminos ocasionales para un rally y monte de espinillos. Con los perros rastreadores, a 200 metros de distancia encontraron, entre unos espinillos, al cuerpo de Flavia.
Cuarenta días más tarde, la Policía halló la moto en la casa de uno de los imputados Juan Martínez, alias “Villa”, despedazada y oculta algunas partes bajo la casilla de un perro y otras en un aljibe. Además se imputó a dos personas, Martín Coronel y Alejandro Díaz, por el robo del vehículo, quienes aseguraron haberla encontrado en una calle oscura esa noche, sin traba. En tanto que Oscar “Nene” Ventos, Pedro “Bachi” Scelzi y Julio Figueroa fueron juzgados como presuntos autores del hecho dado la confesión de un menor, quien admitió haber participado como “campana”. “Los conocía a ellos, eran los que iban en el auto que le dijeron ‘bajate acá y si escuchas algo o ves algo avisanos’”, explicó la madre.
Los seis imputados estuvieron tres años presos. “Cuando se realizó el juicio fueron liberados y tres de ellos culpados por el robo de la moto pero se les dio por cumplida la sentencia”, recordó la madre. La sentencia fue apelada al Superior Tribunal, que no hizo a lugar, y luego a la Corte Suprema que determinó que hubo mala interpretación de parte de los jueces y ordenó la realización de un nuevo juicio. “Casi cinco años hemos estado esperando ya que la burocracia es mucha en este sistema judicial”, aseguró Corazza.
A los seis acusados en primera instancia se les agregó Marcela Álvarez – concubina de Ventos -, a quien no se juzgó hace seis años porque estaba prófuga. Los fiscales entienden que ella fue quien “la interceptó o sacado del banco”. La joven había ido a realizar trámites bancarios debido a que realizaba trabajos de mensajería para algunos vecinos.
Gregorio Garro y Jorge Escalante son los abogados querellantes. En tanto que el nuevo tribunal está conformado por Miguel Ángel Giorgio, Marcela Badano y Andrés Torres. El fiscal es Dardo Tortul, de la Cámara de Apelaciones de Gualeguay.

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