La movilización nació a pocos metros de donde fue encontrado el cadáver de Sánchez. Los baños del club Villa Zorraquín son un tanto sórdidos, a la luz mortecina de la luna y la penumbra anaranjada que arrojan las escasas bombillas que alumbran las calles del barrio. La construcción es de ladrillos huecos y las puertas y aberturas son de chapa, mientras se acumulan los escombros de la cantina de la cantina del club que yace derruida en el suelo.
El presidente de la comisión vecinal, Alberto Zadoyko, admitió que la gente “en esta última convocatoria ha comenzado a tener miedo; a exponer algunas situaciones sobretodo en el ámbito laboral”. Una empresa, cuyo nombre no quiso dar a conocer, despidió a un trabajador que había participado de las movilizaciones. “Lo han titulado como piquetero; ahora la gente piensa hasta donde es positivo participar”, señaló Zadoyko.
Asimismo, indicó que un conocido comerciante de Concordia hizo algunos llamados a los referentes de la movilización para manifestar su disconformidad con los cortes en la avenida Rosch. Dijo que los comercios “se ven ciertamente perjudicados cuando salió en todos los medios que se iba a cortar la ruta 015”, expresó. “Esto motivo que ocurriera este hecho”, señaló.
María Sánchez, la sobrina de Raúl, comentó en la asamblea que su madre fue a dialogar con un abogado que le pidió 100 pesos como honorarios por cada movimiento que tuviese que hacer del expediente. No obstante, señaló que: “la gente dijo que nos va a ayudar, eso no sería tanto”. Pero el letrdado les mencionó que la resolución del caso iba a llevar 8 años. Dijo que su madre “no tuvo muchas esperanzas, como que se bajonearon un montón y no saben que hacer. No podemos esperar 8 años”.
La sobrina dijo que quiere que el fiscal vaya al barrio y les explique como está la causa. “Eso es lo que queremos”, señaló. El fiscal del Juzgado de Instrucción Nº 2 es Fernando Martínez Uncal. Yolanda Sánchez, la hermana de la víctima, dijo que el lunes estuvo con el juez Marcelo Garay. “Nos dijo que estaba todo en camino, que el caso no se había cerrado y había que esperar unas pruebas. A mi hermano le sacaron pruebas de semen y eso demora seis meses”, señaló Yolanda.
Josefina, una vecina de Villa Zorraquín que iba portando una pancarta, dijo: “quiero que se haga Justicia porque lo que hicieron con este muchacho es un crimen muy horroroso. Esta es una villa tranquila; hace 48 años que vivo acá y nunca ha sucedido lo que sucedió hoy. No podemos vivir tranquilos y vamos a movernos hasta que se haga Justicia”.
Sara, otra vecina que caminaba empuñando un mástil con una bandera, dijo que reclamaba Justicia “porque los asesinos andan sueltos. Nosotros no sabemos quienes son pero la gente dice quienes son y lo lindo es que no los meten presos nunca”.
Encabezando la manifestación se encontraba Liliana, la prima de Raúl Sánchez. “Queremos Justicia por mi primo; queremos que estén detrás de rejas los asesinos; no vamos a descansar hasta que estén tras las rejas. Villa Zorraquín está atemorizada con los asesinos. La gente tiene miedo porque andan sueltos”, indicó la prima.
Los vecinos avanzaron 100 metros al sur de la última calle del trazado del barrio para evitar que los autos pudiesen esquivar el piquete. A pesar del pedido de algunos automovilistas −muchos turistas que no conocían ningún camino alternativo como el acceso a la Tortuga Alegre− fueron inflexibles y no dejaron cruzar a nadie. Intentaron encender una fogata pero las ramas verdes no se encendieron con los papeles que arrimaban los manifestantes. Luego de permanecer entre 30 y 40 minutos, se dieron por satisfechos y comenzaron a retroceder lentamente hasta la calle principal del barrio donde se disolvió la protesta.