Paniagua recordó que la fiscal que intervino en el juicio, Julia Rivoira, le dijo que en un mes se tenía que ratificar la condena. “No había mucho por dar vuelta y que estaba todo ‘cantado’. Así fueron sus palabras. Que esto llevaba poco tiempo y que me quedar tranquila pero ya llevo un año de espera”, señaló. La madre se preguntó por qué otros casos que también tuvieron repercusión pública fueron resueltos con más rapidez. “No sé que es lo que está pasando que la Justicia no actúa en este tema”, dijo.
“Aguirre sigue suelto caminando por la ciudad, tiene una vida normal, sigue trabajando mientras yo estoy esperando que se resuelva la condena efectiva y que esta persona vaya presa por haber matado a mi hija”, dijo Paniagua. En ese sentido, señaló que el accidente se produjo debido a la velocidad a la que venía, en el estado de embriaguez en el que estaba manejando y los antecedentes.
Iara Ragone tenía 14 años. Vivía en Villa Zorraquín e iba a tercer año de la escuela secundaria de La Bianca. El lunes 1º de octubre de 2012, a la tarde, había ido a la clase de Educación Física, volvió a su casa y charló con su mamá sobre los preparativos para la fiesta de 15 años. Más tarde fue a ver a su papá y a la noche decidió ir a tomar mate con sus amigos que la esperaban. Cerca de las 22 iba a cruzar la avenida Monseñor Rösch, a la altura del Vallecito del Ayuí. Dos amigos la esperaban del otro lado y uno ellos la vio cuando venía caminando por la cinta asfáltica. Luego de distraerse un momento, volvió a mirar e Iara ya no estaba. Una Chevrolet Meriva, conducida por Aguirre, la había arrollado a más de 110 km/h. La menor nunca llegó al otro lado de la avenida.
Respecto de la audiencia, indicó que espera que el 8 de septiembre se ratifique la condena. “No pierdo las esperanzas de que este tenga que sea de cumplimiento efectivo y Juan José Aguirre vaya preso como debe ser”, señaló la madre de la víctima.
Paniagua dijo que tiene temor de que en Casación se pueda revertir el fallo. “Sobretodo él que tiene cuña política”, dijo. La mujer señaló que el conductor no terminó la escuela primaria y trabaja en la Aduana. “Tiene cuña política y por eso está donde está”, dijo.
Pero el abogado querellante en el juicio, Guillermo Peñalver, dijo que irán a la Cámara de Casación a esperar que se ratifique la condena debido a que no hay elementos legales que puedan cambiar la sentencia. “Nuestro fundamento es que Aguirre no ha sumado ningún expediente de prueba que lo deslinde de responsabilidad”, argumentó. “No existe una prueba que lo favorezca para pedir una eximición de prisión”, recalcó.
En tan sentido, repasó los elementos que fundamentaron la condena: Aguirre venía 113 km/h al momento del choque según la pericia “más favorable” al conductor, tenía “más de dos puntos de alcohol en sangre”, los antecedentes respecto de otro choque similar contra un vehículo. “Por eso vamos a pedir que sea de cumplimiento efectivo la condena”, señaló el abogado.
Asimismo, recalcó que se trata de un caso que marcará un antes y un después para quienes protagonicen un accidente de tránsito conduciendo en forma negligente con consecuencias fatales para un tercero. “Va a dar una condena efectiva para este tipo de delitos”, remarcó. “La conducta de Aguirre fue extrema directamente relacionada con la muerte de Iara Ragone”, dijo el letrado.
Los ‘pianitos’ o reductores de velocidad que la municipalidad colocó en la avenida Monseñor Rösch, en el Vallecito del arroyo Ayuí, a la altura de lugar donde sucedió la tragedia, desaparecieron producto de la falta de mantenimiento. Por lo tanto, los vehículos cruzan a toda velocidad y los controles de tránsito que se hacían, en forma posterior al accidente, se dejaron de realizar. La zona está liberada, dijo Paniagua, y los autos “corren carreras”. Y sostuvo que también las motos, los camiones y los colectivos de larga distancia cruzan a velocidad prohibidas.
Por su parte, Elsa Sanabria, titular de la Asociación de Familiares de Víctimas Fatales de Accidentes de Tránsito, señaló que, como Asociación, confían en que se ratifique la decisión de la jueza penal de Concordia. “Nos vamos a Paraná con esa esperanza”, indicó.
Respecto de los vehículos que se desplazan en forma indebida por la zona del accidente, Sanabria remarcó que es una “cuestión de conciencia” de cada conductor. Y añadió que los carteles donde se manifiestan las velocidades máximas existen. El problema es que “nadie hace caso” debido a que “nadie controla”. “Se espera a que haya una víctima fatal, son 15 o 20 días de controles, y después desaparece todo”, indicó.
Incluso, Sanabria hizo una reflexión certera sobre los controles de alcoholemia. Dijo que, de habérselos implementado a menudo en avenidas altamente transitadas como Monseñor Rösch o Eva Perón, tanto Iara Ragone como su hijo Alejandro “Chilo” Camargo quizás no hubiesen fallecido. “Le hubiesen hecho un control de alcoholemia a Aguirre y a Jorge Fernando Sánchez”, indicó.
La mujer dijo que no se observa a personal de Tránsito realizando controles de alcoholemia. “Había una sola pipeta y después dejó de funcionar. A los chicos que salen de los boliches no les hacen controles”, manifestó Sanabria.
“A mi hija no me la van a devolver pero necesito que esta persona que me mató a mi hija se haga justicia. Que tenga una condena efectiva y que la cumpla preso como debe ser”, dijo por últiagmo Paniagua.