Hay que tener en cuenta que Fernando Martínez Uncal no fue el fiscal que intervino en todo el proceso de instrucción de la causa sino que reemplazó a Miguel Bressán. Intervino en la causa luego de ganar un concurso para ingresar en Tribunales. De todas formas, Perroud dijo que conoce el expediente, “no es una causa que le vino a caer ahora”. Martínez Uncal estuvo en la reconstrucción del hecho y también pidió la elevación a juicio oral.
“El juez le hace una crítica severa al pedido del fiscal desde varios puntos de vista. Yo la califiqué de absurda al momento de alegar y esa postura fue compartida por el juez”, sostuvo. Perroud se basó en el párrafo que Giorgio le manifestó a Martínez Uncal que su pedido era contradictoria porque pedía que se vuelva a requerir otro proceso en base a pruebas recolectadas en audiencias que el mismo fiscal pedía que se anulen. “Es una de tantas cosas que no tienen ningún sentido”, expuso.
Por otra parte, indicó que hubo inconvenientes en el Juzgado luego de que se leyera la sentencia porque los familiares del bebé asesinado patearon algunas puertas y hasta rompieron un vidrio. “No los vi porque estaba dentro de la sala de audiencias pero escuchaba que hubo roturas de vidrios. Nos quedamos una hora más junto con mi cliente y su padre porque la idea no era salir enseguida porque el ánimo de la familia no puede ser nunca el mejor. Hay una realidad, el chico está muerto y no hay ningún detenido. Uno no puede compartir la actitud de la familia pero la puede entender”, dijo.
Más adelante, Perroud dijo que el fiscal “no se puso el saco y salió por la tangente”. Desde su punto de vista, lo correcto hubiese sido “darse cuenta que la prueba no era suficiente, que el juicio se había desmoronado y que lo que correspondía era pedir la absolución del imputado”.
Inclusive, señaló que Martínez Uncal no quiso asumir el costo de no acusar o acusar con pocas pruebas. “Los fiscales no necesariamente están para acusar o para escaparse por los costados solicitando medidas alternativas”.
Las críticas a las deficiencias sobre las pericias planimétricas que hizo Giorgio fueron tomadas casi textualmente de los alegatos defensivos de Perroud. “Tomó al pie de la letra las críticas que nosotros hicimos porque no arrojaban luz sobre nada y el (Giorgio) no tiene la culpa que las pericias le lleguen así”, señaló.
En cuanto a la querella, dijo que acusó con “pocas pruebas”. Y agregó que Bukténica fue casi un fiscal porque estuvo a cargo de la misma desde el día que murió Milton. En consecuencia, entiende que si faltó una pericia balística o si eran deficientes las realizadas podría haberse dado cuenta antes. “Son pericias que están agregadas al expediente desde hace dos años, no son concluyentes, hechas por gente que no es especializada y no tienen conclusiones certeras”, indicó.
“Ni el fiscal ni el querellante pueden salir ahora a decir que faltó una pericia balística y es culpa del juez de Instrucción. Es culpa de ellos, si faltó una pericia la podían haber pedido antes; la instrucción duró más de lo que debería haber durado”, expresó.
El letrado descontó que tanto el fiscal como la querella apelarán el fallo ante la Sala Penal del STJ. De todos modos, entendió que se trata de una sentencia “impecable” que será muy difícil “hacer caer”.
