El defensor dijo que entiende que el resultado de la prueba testimonial “poca luz arrojó sobre la real ocurrencia de los hechos. Hay tantas versiones como testigos han depuesto y entiendo que no se ha logrado arrimar a un punto de certeza necesario para esta etapa, al menos para una sentencia condenatoria”.
Perroud mantiene, a pesar de los dichos de familiares y vecinos, que hubo un tiroteo entre las fuerzas de seguridad y los jóvenes que estaban en la vía. Esta versión es sustentada únicamente por los policías. “El tiroteo queda en la zona gris, excepto ellos ( policías) y alguna otra prueba objetiva que pueda coadyuvar a probar la existencia del mismo (el abogado pidió agregar a la causa un expediente del Juzgado de Instrucción Nº 2 caratulado Barrios, Marcelo/portación arma de guerra), todos los testigos hacen mención a que el tiroteo no existió”. Pero consideró que ese hecho deberá dilucidarse cuando llegue el momento de alegar y se valore el resto de las pruebas.
En cuanto al contrapunto entre los testigos que dicen haber visto tirando a los tres policías y hacia delante, Perroud describió la escena como más compleja. “Hay varios testigos que al tercer policía (Villalba), que dijo no haber disparado nunca, lo ponen en la escena crítica empuñando un arma de las características que se supone, aunque no está acreditado, que es la que dio muerte a Milton Esquivel”. En consecuencia, hay “más policías tirando, más policías con armas cortas, las posiciones de disparos son distintas, hay un montón de cosas por determinar y le toca al señor Juez dilucidar”.
Sobre la declaración del perito, señaló que “arrojó más que luz, oscuridad”. Perroud sostuvo, en primer lugar, que el oficial que fue citado dijo que “sólo avalaba el dictamen con su rúbrica, es decir que no participó de la confección del mismo ni conoció ninguna evidencia que haya sido determinante en la confección del mismo”.
Perroud interrogó al suboficial, que fue quien confeccionó el dictamen, y le respondió que por la trayectoria del disparo “hubiese sido lo lógico hacer una pericia balística y que él hacía un relevamiento planimétrico con los elementos aislados que le dieron: un par de costaneros, una varilla, una hoja de fresno y una casa raspada”. En consecuencia, cuando le preguntaron si los tres orificios (que habría seguido el disparo mortal) responden a un mismo impacto, respondió que no podía asegurarlo. “En consecuencia, tenemos una hipotética trayectoria de un disparo con tres orificios y una impronta o podemos tener cuatro disparos”, indicó.
Hay que aclarar que un relevamiento planimétrico consiste en la confección de un croquis a mano alzada, donde se registra todo aquello que resulta de interés para la clarificación y mejor interpretación de lo ocurrido: ángulos de visibilidad, velocidades de recorrido, los planos del lugar de los distintos pasos, ubicaciones, desplazamientos y acciones realizadas por los protagonistas y testigos.
Pero además se requería una pericia balística donde se compruebe el funcionamiento de todas las armas de fuego involucradas en la causa; un estudio de identificación de vainas y/o proyectiles; distancia de disparos; estudio de efectos balísticos en distintos soportes (chapa, vidrio, maderas, prendas, etc.); estudios de las trayectorias y distancias de los disparos, etc. Los estudios mencionados son citados por la Dirección General de la Policía Científica de la Prov. de Bs. As. en su sitio web. “La pericia balística no se hizo”, aseguró Perroud.