Caso Milton: Hoy es el turno de los alegatos

Barrios sostuvo que estaba sentado esa noche en el murito que corre paralelo a la vía con otros tres muchachos y admitió que habían tomado bebidas alcohólicas a la tarde pero no estaban haciendo nada. Pero comenzaron a correr cuando vio que frenó un patrullero y bajaron los uniformados con las armas en la mano. Escuchó los disparos a su espalda y no vio a quienes los hacían. Posteriormente, lo detuvieron y lo llevaron esposado a la Comisaría 2º. Le preguntaban en el camino, “¿dónde está el fierro?” y aseguró que no tenía ninguno. “Nunca tuve el arma”, señaló.
El testigo contradijo a todos los testigos al señalar que los que disparaban eran los policías que habían llegado con el primer patrullero que se detuvo (un Fiat Uno) porque los que se bajaron fueron los que se arribaron en segunda instancia, los de la camioneta. Además, señaló que escuchó disparos de diferente intensidad, cuando los demás atestiguaron que el sonido era el mismo.
Fernández estaba en el patio de los Esquivel y recordó que los tres policías bajaron. Uno de ellos disparaba con una Itaka y el otro con una 9 mm. cromada. El de la Itaka era “alto y morocho de pelo corto”. Fernández llegaba a la plazoleta Islas Malvinas e bicicleta con sus dos hijos cuando vió descender del móvil a los tres policías. Alcanzó a observar como el sargento Ricardo Villalba “pajeaba la Itaka y disparaba”, y luego sintió varios “tiros fuertes: plas, plas, plas” pero no distinguió más nada en la oscuridad.

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