Los citados son: el cardenal Estanislao Karlic y los arzobispos Mario Maulión y Juan Alberto Puiggari. Por sus cargos, los tres prelados tienen la posibilidad de declarar por escrito, según lo que determina el artículo 250 del Código Procesal Penal. Además, fueron convocados por la Justicia 12 sacerdotes. Según publicó esta mañana el diario Uno de Paraná, todavía no se fijó fecha para ninguno de los nuevos testigos porque el juez debe esperar conocer qué determinación tomarán Karlic, Maulión y Puiggari.
¿Por qué a nosotros?
De los testimonios de las víctimas y testigos, de la documental entregada por el Arzobispado, de los comunicados de la Iglesia y de la palabra de los sacerdotes se desprende que Karlic, Maulión y Puiggari tienen conocimiento de los abusos sexuales ocurridos en el Seminario de Paraná.
Karlic y Puiggari en mayor medida porque estaban en la capital entrerriana al momento de los abusos y tomaron intervención directa en el caso, mientras que Maulión porque durante su gestión al frente de la Iglesia (2003 y 2011) tomó conocimiento de los abusos y fue quien firmó la excardinación de Ilarraz a la diócesis de Concepción en Tucumán.
De los tres prelados, Maulión es quien menos participación tuvo, ya que llegó de San Nicolás y recién el 20 de mayo de 2010 se enteró de los abusos. Y si bien firmó la excardinación el 10 de febrero de 2004, Karlic jamás le habría advertido que era porque “Ilarraz estaba sospechado de pedofilia”.
Palabras que golpean
Puiggari y Karlic pensaron que lo que pasaba el viernes 14 de setiembre en el en el Centro Mariápolis El Salvador iba a quedar ahí. Pero ocurrió todo lo contrario y un sacerdote que estuvo presente en el encuentro del clero, al que convocó Puiggari, contó ante la Justicia que el arzobispo admitió en esa reunión la existencia de los casos de abuso. Es más, aseguró que estaban confirmados y aclaró que no eran 50.
A su vez, Karlic reveló que en 1995 escuchó testimonios de las víctimas y ordenó la realización de una investigación diocesana. A raíz de estas revelaciones, el abogado querellante Milton Urrutia le requirió a Grippo que cite a las autoridades de la Iglesia, algo que se concretó en las últimas horas.
Aquel campamento de verano
En el caluroso enero de 1993, los estudiantes del seminario viajaron de campamento, como todos los años, a la provincia de Córdoba. Más exactamente a la localidad de Molinari, entre Cosquín y la Falda. Allí, entre las sierras se encuentra enclavado el preventorio San Camilo de Lellis, un sitio donde se cuidan ancianos y personas discapacitadas. En ese hermoso lugar, Puiggari se enteró de los abusos que ocurrían en el Seminario que él trabaja, pero no realizó la denuncia ante la Justicia. En ese sitio, ubicado en el Valle de Punilla, Ilarraz habría abusado de menores que ya violaba en el Seminario.
Pericias en marcha
La víctima representada por Marcos Rodríguez Allende está siendo sometida a las pericias psicológicas, psicofísicas y psiquiátricas realizadas en este tipo de casos de abusos. Fuentes judiciales indicaron que el denunciante había solicitado una ampliación de su testimonial que aún no se concretó.
Código Procesal Penal de Entre Ríos
El artículo 250 se refiere al tratamiento especial. Allí dice que no estarán obligados a comparecer: el presidente y vicepresidente de la Nación, los ministros nacionales, los gobernadores y vicegobernadores, los ministros provinciales, los miembros del Congreso nacional y de las legislaturas provinciales, los del Poder Judicial nacional y provinciales, los de los tribunales militares, los ministros diplomáticos y cónsules generales, los oficiales superiores de las Fuerzas Armadas en actividad, los altos dignatarios de la Iglesia, los intendentes municipales y los rectores de universidades oficiales. Las personas nombradas podrán renunciar al tratamiento precedente. Si no lo hacen optarán por declarar en su residencia oficial o por informe escrito, dejando constancia en este último que deponen bajo juramento o promesa de decir verdad; no pudiendo, en el primer caso, ser interrogados directamente por las partes ni por los defensores o mandatarios.
Expediente en marcha
El abogado Mario Muñoz, de Tucumán, hizo los trámites ayer en el Colegio de Abogados de Entre Ríos para matricularse en la provincia y poder ejercer la defensa del cura Ilarraz junto al letrado de Paraná Juan Ángel Fornerón.
Muñoz abonó 5.000 pesos y tras los trámites de rigor se presentó en Tribunales y se constituyó como defensor.
A su vez, los abogados Marcelo Baridón y Álvaro Piérola pidieron la reconstrucción del hecho en el Seminario, la nómina de todos los alumnos que estudiaron en el Seminario entre 1984 y 1992 y el plan de estudio. Por otra parte, el juez Grippo rechazó el planteo realizado por Baridón de prohibirle la salida del país a Ilarraz, quien fijó domicilio en la zona norte de la ciudad de San Miguel de Tucumán, muy cerca de la cancha de Atlético. Por último, UNO pudo conocer que la Fiscalía y Rodríguez Allende ya se opusieron a la prescripción. Ahora es el turno de Milton Urrutia de opinar al respecto.