La declaración se producirá la semana próxima, aunque no trascendió la fecha exacta. A partir de esa declaración, el juez tendrá diez días corridos para resolver la situación del médico.
Mauro fue el médico que revisó el cadáver de Gottig, quien falleció el 27 de febrero, en circunstancias que aún se investigan. El médico, contratado por la Policía, dictaminó que el menor falleció de “muerte súbita”. Pero, una autopsia posterior, determinó que el bebé tenía 7 fracturas: cráneo occipital, de clavícula, de húmero, del hueso ilíaco, de costilla a nivel de la once flotante, del lado izquierdo y la tibia, peroné y el cúbito del lado derecho.
Una fuente de la fiscalía admitió que “está todo muy enredado”, pero, analizando la hipótesis que maneja el Juez, aseguró que “el médico no podía haber ignorado la presencia de estas fracturas en el cuerpo de la víctima”. Por eso pidió más pruebas por supuesto incumplimiento de los deberes de funcionario público y falsificación de documento público, ambos delitos excarcelables.
La hipótesis de Carbonell, quien procesó a Quitalita por homicidio calificado, es que el bebé falleció a causa de malos tratos propinados por la madre. De ser cierta esta hipótesis, las fracturas deberían haber sido provocadas en vida.
Por el contrario, el defensor oficial de Quitalita, Dr. Alberto Funes Palacios, sostiene que las únicas fracturas provocadas en vida fueron en hombros y clavícula –el bebé se había caído de una cama- cuyas radiografías demuestran que habían comenzado a recuperarse. En cambio, el resto de las lesiones fueron provocadas por el intenso trajinar que sufrió el cuerpo. No tenemos que olvidarnos que fue un cadáver que estuvo en una sala de primeros auxilios, después fue trasladado a una morgue, estuvo en un ataúd, empezó su proceso de descomposición, después fue sacado de ese ataúd. No nos tenemos que olvidar tampoco que fue sometida a tratamientos de reanimación, esto es, en el tórax, y aparecen fracturas intercostales”, dijo el martes pasado. Quitalita se encuentra detenida en la comisaría del Menor y la Familia.
La estrategia de la defensa, justamente, apuntan a probar que no hay testigos que acrediten haber observado las múltiples fracturas cuando Arturo Gottig estaba con vida. “Tanto los familiares de Quitalita, como las dos enfermeras que lo atienden como las otras que observan el cadáver como el director de la sala de Primeros Auxilios e incluso el Dr. Mauro, ninguno observa lesiones. Una fractura de caderas es fácil de detectar. A la defensa le llama la atención que toda esta gente no haya vistos estas lesiones que llaman la atención en la radiografía por el nivel que tenían”, dijo ese día el defensor. Esta posibilidad beneficiaría a Mauro.
En cambio, la Defensa no descarta que las fracturas hayan sido provocadas en vida, a causa de otra caída de otra cama. “Desde los primeros meses de vida hasta los cuatro años, las lesiones por caídas de distintos lugares son la segunda causa de muerte en los chicos”, concedió Funes Palacios. Pero en este caso, las fracturas se produjeron antes de que Mauro lo revise, por lo tanto, tal como lo afirma la fuente de la fiscalía, “el médico no podía haber ignorado la presencia de estas fracturas”, por lo que se complicaría su situación en la causa».