Por su parte, la ex concubina de Raúl Monzón, Marianela González, reiteró que la madrugada de la desaparición de la adolescente su marido llegó a la casa con su primo Lencina y su esposa, Mirta Cháves, pero no realizó mayores aportes a lo ya conocido en la causa. También dijo que vivían con temor «hasta de salir a la calle» y que recibieron amenazas policiales. Aunque se esperaba para hoy, la declaración del primer abogado de Cháves, Rodolfo de Aguirre brindará su testimonio el jueves próximo. Tampoco pudo localizarse a Silvia Rosana Comas, ex esposa del dueño del auto Dodge amarillo, quien se mudó a vivir a Santa Fe, ni Flavia Vanesa Buss, que trabajaba en una estación de servicio en la zona del puente de hierro. Aunque las defensas desecharon el testimonio, la querella se comprometió a dar con el paradero de la testigo.
La jornada comenzó con una reprimenda del tribunal hacia los abogados defensores de Cháves, Nora Lanfranqui y Humberto Franchi, por declaraciones periodísticas en las que manifestaron que “los imputados ya están condenados”, y José María Chemez les hizo notar “el profundo malestar y desagrado” de los magistrados por las dudas vertidas hacia la independencia del tribunal.
En su defensa, Lanfranqui aclaró rápidamente que habló de “una condena social institucionalizada” y que en ningún momento se refirió a que “el tribunal los haya condenado”. Además, expresó que “los periodistas publican lo que les conviene” y que “el periodismo necesita vender, y en más de una oportunidad cortan, ensamblan y entrecomillan”. “Esto lo sé porque he sido jefa de prensa del gobierno provincial”, sentenció la abogada. En igual sentido se expresó su colega y el tribunal informó que “se analizará si corresponden sanciones”.
Asimismo, Chemez le recordó a las partes que “no deben olvidarse que en el Juzgado de Instrucción a cargo de Gustavo Maldonado continúa la búsqueda de Fernanda Aguirre si quieren aportar elementos que consideren necesarios”.