El tribunal que lleva adelante el juicio por el secuestro y desaparición de María Fernanda Aguirre, rechazó un pedido para citar a declarar al ex jefe de Policía, Ernesto Geuna, por las amenazas que habría proferido a uno de los cuñados de Fernanda cuando se realizaban los rastrillajes en procura de dar con el paradero de la niña.
Por otro lado, el mismo tribunal confirmó que la pericia realizada para determinar si pertenecía a Julio Aguirre la firma de la denuncia radicada la noche del 25 de julio de 2004 en la Comisaría de San Benito determinó que era del padre de la menor, aunque la defensa pidió ampliar el análisis.
En la audiencia de hoy declararon Ángela Guadalupe Sosa, Rodrigo Luján Cáceres Rochi, José Exequiel Bressán, José María Valentinuz y Antonio Digiobani, cuyo testimonio fue cuestionado por el tribunal por algunas contradicciones y podría ser sometido a un careo. La otra novedad que surgió es que Ernesto Erlich, el cuñado de Fernanda que vive y trabaja en Santiago del Estero, se presentó y declarará mañana martes.
Antes de hacer pasar a los testigos para que presten juramento de decir verdad, Rubén Pagliotto, defensor de Monzón, solicitó que se cite a declarar a Gretel Cecilia Fernández, conocida como “La Datera”, quién fuera la compañera de celda de Mirta Cháves y la habría presionado para que involucre al primo de Lencina al momento del cobro del rescate porque con eso mejoraría su situación. Aunque sus datos filiatorios obran en el expediente, por la mañana trascendió que la mujer habría muerto el 3 de junio pasado.
Al parecer, Gretel Cecilia Fernández, quien era compañera de celda de Mirta Cháves durante su detención en la Unidad Penal de Mujeres Número 6 de Paraná, fue encontrada sin vida el pasado 3 de junio en una alcaidía de Rosario, Santa Fe. La mujer se habría suicidado, pero aún se investigan los motivos y circunstancias del hecho. Cháves -acusada por el secuestro extorsivo de Fernanda Aguirre- acusó a la mujer de torturarla psicológicamente mientras estaba recluida en la cárcel: “Yo estaba sola y me metieron una loca que me decía que yo era una secuestradora y que a las secuestradoras las mataban y les mataban los hijos. Luego me dijeron que esa mujer era una que usaba la policía para sacarme información. Me amenazaba y me torturaba psicológicamente. La loca también tomaba pastillas y en un momento, cuando empezó a hacerse la buena y me convidaba mate, yo sentía como que me mareaba”, había declarado Cháves en el inicio del juicio oral que la tiene como imputada por el secuestro extorsivo de Fernanda Aguirre.