Primero en sus redes sociales y luego en una lacrimógena nota en el diario La Nación -medio fundado por Mitre y que ha sido siempre la voz de la oligarquía terrateniente argentina-, los hermanos Etchevehere intentan ridiculizar y tratar de inadaptados sociales a su hermana Dolores y a los integrantes del “Proyecto Artigas”, acusando supuestos desastres varios dentro de la Estancia “Casa Nueva”, en el paraje el Quebracho, en Santa Elena.
En una nota titulada “Desde adentro: así quedó la estancia de los Etchevehere tras el desalojo de los militantes de Juan Grabois” donde se intenta estigmatizar a los integrantes del «Proyecto Artigas» y -por extensión- a la militancia social en general, como unos “cabezas” inadaptados, y casi salvajes, ligados al viejo mito antiperonista que repetía que los pobres, a los que Perón les daba viviendas sociales, hacían fuego con el parquet del piso.
En la publicación del ex diario de los Mitre (ex en términos de propiedad, pero vigente en su espíritu oligarca), cuyos antepasados entraron en la repartija de las mejores tierras del país luego de la mal llamada “Conquista del Desierto”, el ex ministro de agroindustria de Macri, Luis Miguel Etchevehere, quien además de las denuncias realizadas por su hermana Dolores por ataques de toda índole contra su persona, tiene muchas otras ante la Justicia por robo de tierras donde había una escuela rural, falsificación de la firma mientras su padre estaba en coma, vaciamiento de empresas, trabajo esclavo, amenazas, desvío de fondos y lavado de dinero, señaló que “Según se conoció, habían realizado una huerta de perejil” y que además “habían dejado un carnero muerto y culpó por ello a ‘los inútiles de los usurpadores’. Y que también denunció, en otro mensaje, el “asesinato” de una oveja, al publicar: «Siguen haciendo daño los inútiles. Ahora mataron una oveja! El animal se acercó a la huerta, la corrieron hacia una alfalfa y se murió empastada».
En tanto que el menor de los hermanos varones, Juan Diego Etchevehere, quien está denunciado de ocultar activos para no girar la cuota alimentaria, dijo al diario La Nación que «Ya hubo pérdidas económicas en lechería, producción ganadera y el sistema agrícola. Hay pérdidas que tienen que ver con los daños en la infraestructura». Y lanzó: «Alguien se tendrá que hacer cargo de los daños… La estancia está destruida. Las fotos familiares están dadas vueltas y tiradas, la ropa dando vueltas por todos lados».
El menor Etchevehere también señaló que son «Muy desagradables las imágenes que uno ve». Y agregó: «Hay un cuadro de impotencia. Por eso queremos que estas cosas que suceden tengan una consecuencia. Había cien personas en la casa principal».
Juan Diego Etchevere remató diciendo que «No solamente nos han afectado económicamente, sino también que han hecho abuso y uso de nuestros objetos personales. Esto da una sensación de impunidad. Esta gente tiene el apoyo de funcionarios del gobierno nacional», relevando el verdadero trasfondo detrás de toda esta trama familiar patética que los tuvo como protagonistas durante 10 días: Sumar munición para el desgaste del gobierno Nacional de Alberto Fernández quien no emitió casi opinión al respecto y se limitó a dejar que la Justicia actúe.
Sin embargo, nada de todo lo dicho se demuestra en las 10 fotografías que ilustran la nota del diario capitalino. De todo lo que denuncian los hombres Etchevehere sólo se puede ver un (1) carnero muerto a un costado de una verja de madera, que deberán “pedir una autopsia” para que se demuestre si murió en las condiciones que denuncian.
El resto de los destrozos denunciados sólo son palabrerío.
D’Ambros y Caminal un sólo corazón
La foto que se lleva todos los aplausos es la del inefable Hector Daniel D’Ambros, quién aparece llorando en una fotografía, en donde Luis Miguel Etchevehre parece intentar consolarlo.
La frutilla del postre la puso el candidato para pelear en la interna contra Niez por el liderazgo del PRO, Eduardo Caminal, quién desde sus redes sociales dió crédito a las versiones de los daños dentro de la Estancia “Casa Nueva” que habrían provocado la desazón fotogénica del “comedido pacificador” D’Ambros y lo felicitó escribiendo «… Gracias dani por tu compromiso con la justicia, la libertad y la propiedad privada”.