Caso cabo Arias: La querella presentó la propuesta de los puntos para la reautopsia del cuerpo del soldado muerto en el regimiento de Concordia

La querella, a cargo del abogado correntino Sebastián Pardo, presentó este martes, en la Fiscalía Federal de Concepción del Uruguay, la propuesta de los puntos para la reautopsia del cuerpo del cabo Jorge Arias Moreyra, quien murió en circunstancias poco claras dentro del Regimiento N° 6 de Blandengues de Concordia cuando hacía su recorrida de guardia. 

 

En comunicación con DIARIOJUNIO, el abogado correntino aseguró que “después del trabajo que hicieron nuestros peritos de parte, no tengo dudas que a Jorge lo mataron dentro del Regimiento de Tanques Nº6 “Blandengues” de Concordia. La reautopsia determinará cuántos fueron los disparos que recibió, el calibre, la trayectoria de los mismos y el daño a nivel craneal. Tampoco caben dudas de que se contaminó la escena y se encubrieron pruebas. Por eso vamos también a insistir y avanzar en el pedido de juicio para la fiscal concordiense María José Fonseca y la imputación para todos los que actuaron esa noche”.

 

“Para nosotros está absolutamente descartado que se trató de un suicidio, estamos frente a un homicidio. Han ocurrido hechos gravísimos desde la muerte de Jorge a la actualidad”, señaló el abogado Sebastián Pardo sobre la muerte del cabo correntino oriundo de Paso de los Libres de apenas 21 años.

 

Respecto a los sospechosos del presunto crímen (superiores directos del cabo Arias), Pardo reconoció que el pedido de detención para los mismos por ahora fue desestimado por la fiscal federal Minatta.

 

Los 10 puntos a ser tenidos en cuenta por los peritos forenses de la Corte Suprema de Justicia de la Nación:

 

  1. Se efectúe toma de muestra del cadáver para ADN.
  2. Se efectúe radiografía del cráneo en posición de frente, perfil y base de cráneo, y se cargue en soporte digital para su evaluación.
  3. Se efectúe tomografía computada del cráneo con reconstrucción 3D.
  4. Se extraiga pieza anatómica patológica para valorar la presencia de residuos de disparos de armas de fuego y metalización en las estructuras óseas de la región frontal limitantes del orificio.
  5. Se examine el cráneo y determine si en las lesiones el patrón fracturario es único, es decir, procedente a un mismo y único mecanismo lesivo.
  6. Se determine la cantidad de proyectiles que pudieron producir las lesiones presentes en el cráneo.
  7. Se determine el trayecto del o los proyectiles que produjeron las lesiones en el cráneo.
  8. Se detalle las características de la lesión orificio presente en el parietal izquierdo. Diga si por sus características se trata de una lesión craneal por estallido, o se trata de un orificio producido por el pasaje de un proyectil con trayecto de adentro hacia afuera del cráneo.
  9. Se evalúe el trayecto del proyectil que ingresa por región submentoniana a fin de establecer el daño anatómico relacionado con el mismo.
  10. Se establezca en relación al punto anterior si las lesiones orbitofrontales son consistentes con el paso de un único proyectil o no, y si posee o poseen un trayecto de adentro hacia afuera del cráneo o viceversa.

La muerte de Arias 

La noche del 12 de diciembre del año 2019, el cabo primero de Intendencia, Jorge David Arias Moreyra, realizaría su última guardia en el puesto norte del Regimiento de Caballería de Tanques Nº6 “Blandengues” de la ciudad de Concordia. Arias moriría en circunstancias dudosas, a los 21 años, supuestamente dándose dos tiros con un fusil de guerra FAL (Fusil Automático Liviano).

Sin embargo, además de las irregularidades denunciadas en la investigación, detrás de su extraña muerte asoma un trasfondo de corrupción, encubrimientos y acoso: El soldado correntino, oriundo de Paso de los Libres, se desempeñaba en la sección Intendencia dentro del regimiento Nº6 “Blandengues”, que es la encargada de administrar la comida, la ropa, viáticos y combustibles. Ex compañeros de Arias en el regimiento testimoniaron a DIARIOJUNIO que el joven voluntario era hostigado de forma permanente (“meado”, según la jerga militar) y obligado a hacer un trabajo de encubrimiento, bajo presión de sus superiores, por malversación y robo de combustibles y otros insumos. Justamente, la muerte de Arias, sucede tiempo después que se descubrieran robos de donaciones con destino a personas inundadas y que la Secretaría de Acción Social de la Municipalidad de Concordia guardaba en un galpón del regimiento. Arias era un testigo clave de todos aquellos ilícitos cometidos.

 

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