Sebastian Briozzi fue asesinado en la noche del 25 de septiembre del 2016, cuando regresaba de bailar junto a su hermano Pedro. Ambos habían salido del boliche Costa Cruz y se dirigían a su casa en una camioneta Chery cuando comenzaron a ser perseguidos por el móvil policial que conducía Acosta junto a otro compañero. Eran alrededor de las 6 de la madrugada cuando, según relató el hermano de la víctima, siente el ruido de un disparo que impacta en la nuca de Sebastián y lo mata.
A casi dos años de esa situación, a tiempo de elevar la causa a juicio y con todas las pruebas de Gendarmería, peritajes y mentiras desmentidas en contra del oficial, que actualmente cumple prisión domiciliaria, la familia de Sebastián queda afuera de la querella. “No lo podemos creer, es muy doloroso todo esto para nosotros”, reiteró Pedro. “Va a segur el fiscal, Fabio Zabaleta, en la causa pero la presencia nuestra y de nuestro abogado que conocemos todos era sumamente importante”
