Fuentes con acceso a la causa confirmaron que en la audiencia postergada se debe debatir la incorporación o el rechazo de una pericia fundamental para la causa. El ex funcionario está acusado de lesiones leves agravadas, grooming, abuso sexual con acceso carnal y privación ilegítima de la libertad en contexto de violencia de género.
A mediados de diciembre pasado, cuando se hizo la remisión de la causa a juicio oral, Espinosa quiso incorporar una pericia donde se establece desde que domicilio se habrían cerrado las cuentas con perfiles falsos en las redes sociales mediante las cuales -según lo que la fiscal y la querella entienden-, administradas por Benedetto, servían para engañar a las jóvenes con promesas de trabajo para crear un vinculo y luego pedirles fotos en ropa interior y otras cuestiones que ya son de público conocimiento.
Pero el defensor de Benedetto, Jorge Romero, se opuso a la misma planteando que no estaba notificado de la misma y que se habría violado el derecho a la defensa. La fiscal planteó que no se trataba de una pericia sino que era un informe y por eso no notificó a las partes cuando se realizó y quería que esa pericia pase la audiencia de remisión a juicio y sea tenida en cuenta como prueba en el juicio. Pero el Juez de Garantías, Francisco Ledesma, hizo lugar al pedido de la defensa, que alegó que se violó el derecho a la defensa y por eso motivo no la admitió. No obstante, Espinoza apeló la decisión y fue en queja a la Cámara de Apelaciones. Hicieron lugar al pedido y el juez debió elevar el pedido a la Sala. Eso es lo que se debatió hoy.
En diciembre pasado, Ledesma “prorrogó la prisión preventiva domiciliaria por 180 días conforme a lo que pidió fiscalía o hasta que se lleve a cabo la audiencia de debate, es decir, el juicio”, indicó la fiscal. Y agregó que “continuará con la tobillera electrónica y bajo los mismos términos que se venía cumpliendo hasta ahora”, según indicó ese día Espinosa quien pidió una pena de 18 años por todos los delitos que se le imputan.
A mediados de junio pasado, Brenda Guardia, su novia en ese entonces, lo denunció el domingo por golpearla y, a partir de allí, varias mujeres lo acusaron por delitos sexuales graves que van desde el grooming (acoso por Internet) hasta el abuso de menores. Las denuncias sostienen que, a través de una cuenta falsa en Instagram, las convocaba para trabajar en eventos turísticos de Concordia previo intercambio de fotos en ropa interior, citas y encuentros.
